Una llamada de “David Bowie” lo cambió todo: le exigía a Sofía que pagara 100 dólares de impuestos para poder recibir el regalo que un ligue —que había conocido en Instagram— le envió desde el extranjero. Bajo amenazas de ser detenida por lavado de dinero en las aduanas mexicanas, Sofía terminó depositando 250 mil pesos y dándose cuenta de que había caído en el catfishing, una de las estafas en apps de citas.

La búsqueda del amor, de una amistad o un momento para pasarla bien tiene montones de aliados que van desde las apps de citas a las clásicas redes como Facebook —en contexto de esta especie de democratización del “amor”, tal como nos explicó Mafer Olvera, una de las creadoras de SIKI, una plataforma dedicada a la promoción del bienestar psicoemocional.

Foto: Getty Images.

Peeeeeero, así como es la vida afuera de las redes, siempre existe el riesgo de toparse con una persona que le saca provecho a estas apps a costa de engañar a otras mediante el catfishing —que no es otra cosa sino la creación de un perfil falso en el espacio virtual.

¿Qué onda con las estafas en las apps de citas en México?

Chequen esto: tan sólo en 2021 había 88.6 millones de personas usuarias de internet en nuestro país.

Este dato del Inegi —lo pueden revisar en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información de los Hogares (ENDUTIH) 2021— refleja el universo de gente que se conecta para diversas actividades.

Entre ellas: conocer a otras personas. Hacer amigos, amigas y, claro, buscar el amor o incluso una noche loca, como diría la canción.

Foto: Daniel Augusto-Cuartoscuro.

Y pues la banda mexicana tiene sus apps o redes favoritas para ligar. WhatsApp fue la red preferida en 2021, de acuerdo la Competitive Intelligence Unit (CIU) y ‘El Amor en los Tiempos de las Telecom-COVID 2022’.

En cuanto a las apps de citas, Tinder fue el rey con 72.6%, seguido de Bumble, Happn, Grindr y Badoo.

Acá lo interesante también es ver que estas dinámicas de ligues se dieron entre los años más rudos de la pandemia de COVID.

Justo en este periodo el Consejo Ciudadano encontró un aumento en los reportes por tentativa o los engaños consumados en las apps de citas.

Foto: Moisés Pablo-Cuartoscuro.

Por ejemplo, en 2020 el Consejo Ciudadano recibió 26 reportes, en 2021, 71 y en 2022, 51.

“Nos llaman de todo el país”, nos explicó Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo.

Conversaciones a distancia

Seguimos con información del Consejo Ciudadano, que señala que 70% de los reportes fueron hechos por mujeres, siendo el grupo de 46 a 55 años el que más reportó, seguido de jóvenes de 26 a 35 y de 36 a 45 años.

La red con más reportes fue Facebook (con 68% de los casos), Instagram y otras como Tinder o WhatsApp.

Foto: Daniel Augusto-Cuartoscuro.

Y así como Sofía de 34 años, quien conoció a Alex Robert en Instagram y mantuvo conversaciones a distancia por 4 semanassupuestamente Robert vivía en Miami, se había enamorado de ella y le pidió su dirección para enviarle un par de regalos que iba a comprar en un viaje a Dubái—, la historia de María José fue un caso de catfishing.

Y fueron dos veces.

La primera consumada y la segunda quedó en tentativa. Pero tanto en el caso de Sofía como el de María José, el modus operandi fue casi casi el mismo: la invención de un perfil —como empresario, extranjero, militar o médico—, ganarse la confianza y después engancharlas con promesas para luego extorsionarlas o pedirles dinero.

“Me pasaron dos situaciones… pero al final de cuentas siempre fue dinero. Yo corté con mi novio y me deprimí bastante, pasaron 4 meses… el chiste es que hice Match en Tinder, que supuestamente era como la aplicación más famosa y no había malas referencias de la aplicación. Hice Match con un fulano supuestamente de 35 años.

Foto: John Phillips-Getty Images.

El señor que contactó con María José le dijo que trabajaba en una ONG, que era gerente de proyectos bancarios y daba conferencias —hasta llegó a subir una confe en Whats.

Luego, mudaron las conversaciones de Tinder a WhatsApp y así se la pasaron durante 3 semanas hasta que se vieron en una primera cita.

Las red flags

“Me dijo: ‘Quiero invitarte a una fiesta para que conozcas más de lo que hago y acepté. Pero la fiesta nunca se hizo”.

María José recordó que en la primera llamada con este sujeto todo parecía una entrevista de trabajo. ¿Qué hacía? ¿Por dónde trabajaba? Eso sí, ella nunca le mencionó su salario ni ingresos y después de estos primeros acercamientos, las llamadas eran más constantes, así como las invitaciones a citas que nunca sucedían.

“Hay señales que hay que ver y darse cuenta cuando tú generas un vínculo en las apps de citas. Si te pide dinero, si no se da el encuentro, aunque luego venga la conducta compensatoria y vuelve a suceder”.

Foto: Moisés Pablo-Cuartoscuro.

Para Mafer Olvera lo ideal es que cuando una persona le entra a esto de las apps de citas, es necesario que lo haga consciente de su propio cuidado y no “generar apegos subjetivos ante una realidad no manifiesta”. Es decir, ante alguien a quien sólo conoce por su perfil y a la distancia.

“Siempre hay que procurar es que lo que haya detrás también esté en balance y en equilibrio para que no caigas en abuso o conductas que te puedan llevar a un riesgo, engancharte o que se vulnere tu integridad”, agregó.

En el caso de María José, en todo este periodo ella pasaba por la ruptura de su noviazgo y estaba tomando terapia. “Y aunque le conté al psicólogo sobre lo que me sucedía en las primeras citas, él no ‘percibió’ que se trataba de un sociópata”.

Foto: Daniel Augusto-Cuartoscuro.

Así que vio las red flags, poco a poco. Por ejemplo, en una ocasión él inventó un asalto como pretexto para que María José le tirara el paro y lo ayudara a pagar sus gastos.

Todo con la promesa de que se lo pagaría en cuanto cambiara de chamba y trabajara al lado de María José.

¿Qué hacer?

“Si se sospecha una estafa, hay que dejar de comunicarse con la persona”, recomendó el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia.

Aunque también para la policía Segunda Marisol Sánchez, de la Policía Cibernética de CDMX, “lo importante es compartir esta información con alguien conocido o de confianza, porque a veces ese lazo no puede ser cortado fácilmente, pues empiezan a chantajear o amenazar. Hay que acercarse a círculos de amistades, donde puedas sentirte seguro y sobre todo, denuncia”.

Para María José la gota que derramó el vaso fue el día en que el estafador la citó para una entrevista de trabajo. Cuando ella llegó al lugar se llevó la sorpresa de que ahí nadie lo conocía, no había citas en RH. Nada.

Foto: Leon Neal-Getty Images.

“¿Por qué no le pides que te dé el número de su tarjeta e investigamos quién es?”, fue el consejo de una amiga de María José para saber quién rayos era el estafador. Y en efecto, cuando lo hicieron salió la identidad de otra persona con antecedentes penales.

“Me dio mucho coraje. Lo bloqueé y terminó el contacto”. María José no supo más del estafador, aunque esta experiencia le sirvió para evitar un segundo engaño, con un extranjero que la contactó en Tinder.

¿Cómo prevenir?

Además de las red flags que pueden salir al inicio o conforme se desarrolle la relación, hay varias maneras de prevenir una estafa emocional y económica.

De entrada, Paola Palazón, también creadora de SIKI y Ser Mamá Hoy, explicó que debemos tener ciertos límites y entendimiento “entre lo que es real y no”. Y esto aplica para la vida diaria.

“Límites para todo, no sólo para el tema de las apps de citas”. De hecho, Palazón enfatizó que todo parte de los límites y de ser consciente de las situaciones que puedan surgir —eso y “no satanizar” a las apps, enfatizó.

Imagen ilustrativa / Foto: Pixabay

Dicho esto, vamos con los tips del Consejo Ciudadano y la Policía Cibernética de CDMX:

Verificar el perfil y la autenticidad de la cuenta que contacta contigo.

Buscar la foto, en Google Images, de la persona para ver si está relacionada con otro nombre.

No engancharse con una persona que no conoces.

No dar información privada ni de tu cuenta de banco.

Desconfiar de correos o mensajes sospechosos.

Y platicar de estas experiencias con personas de confianza.

¿A dónde acudir?

La policía Segunda Marisol Sánchez nos explicó que en todo este proceso, una de las recomendaciones clave es denunciar.

Una opción para la población chilanga es la Policía Cibernética de CDMX, ahí esta institución atiende el reporte, peeeero si la persona afectada lo pide, da acompañamiento para presentar una denuncia ante la Fiscalía de Ciudad de México —y a su vez, la Fiscalía le da luz verde para realizar una investigación y contactar con las apps o redes sociales.

El contacto lo pueden hacer en el  55 52 42 51 00 ext 5086, al correo electrónico policia.cibernetica@ssc.cdmx.gob.mx o en Twitter: @UCS_GCDMX.

Por su parte, el Consejo Ciudadano ofrece asesoría jurídica y apoyo psicológico, no importa si se trata de un caso de tentativa o ya el delito de estafa.

Además, esta organización acompaña a las víctimas en el proceso para hacer una denuncia a la Fiscalía de CDMX.

Pueden contactar con el Consejo Ciudadano en la Línea de Seguridad y Chat de Confianza: 55 55 33 55 33 —donde la atención es gratuita, las 24 horas del día y los 7 días de la semana.

“Todas y todos estamos expuestas/expuestos a cualquier tipo de estafa”

Así como Sofía no sospechó del nombre de David Bowie porque, por increíble que parezca, no sabía quién era Bowie, y no saltó una de las red flags, a cualquier persona le puede suceder una experiencia de este tipo. Nadie está exento.

Y ya que andamos cerrando este texto, si alguien te confía una historia de este tipo, lo importante es evitar la revictimización.

“Hay muchas personas que les da miedo de hacerlo público porque se sienten con culpa, en shock, eso revictimiza muchísimo, ya fuiste víctima pero te victimiza más la gente que termina diciéndote: ¿Cómo se te ocurrió a ti?”.

Así la conclusión de las creadoras de SIKI, quienes nos invitan a escuchar a nuestros seres queridos sin dudar o juzgar su experiencia.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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