La más reciente versión del sistema operativo de Apple llegó hace casi un mes con varias novedades, entre las que se encontraba un nuevo diseño en el reloj.
No pasó mucho tiempo para que alguien notara la similitud entre lo hecho por la compañía de Cupertino y el icónico reloj de la operadora ferroviaria suiza SBB, diseñado en 1944 por el ingeniero Hans Hilfiker. Por supuesto la controversia no se hizo esperar, hasta que los abogados de SBB terminaron por contactar a la gente de Apple.
Luego de toda la polémica, hoy por fin se hizo oficial el acuerdo entre ambas compañías, por lo que la empresa de la manzana tendrá que pagar una licencia de uso. De acuerdo con un portavoz de la ferroviaria, el proceso fue simplemente un “acuerdo amistoso”, aunque no se revelaron detalles en cuanto a la parte económica.
Tal parece que la policía del karma alcanzó a los Apple, quienes antes de ponerse a repartir demandas por plagio, deberían empezar por su propia casa, ¿apoco no?