Encontramos las antiguas sedes de la UNAM en el Centro Histórico de la CDMX

¿En qué antiguo edificio de la Ciudad de México hubieras estudiado si no existiera Ciudad Universitaria? En esta ocasión, en Joyas de la CDMX, les contamos cuáles eran las sedes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Centro Histórico, como el Palacio de Medicina y la Academia de San Carlos.

Breve historia de la UNAM

Antes que nada, les damos una repasada por la historia de la UNAM:

Real y Pontificia Universidad de México

De acuerdo con la mismísima UNAM, fue el arzobispo fray Juan de Zumárraga quien tuvo por primera vez la idea de que la Nueva España tuviera su propia universidad en 1536. Iniciativa a la cual se subió el virrey Antonio de Mendoza, y por lo que la Corona Española dio su aprobación en 1547.

Hasta el 21 de septiembre de 1551 se expidió oficialmente la Cédula de creación de la Real y Pontificia Universidad de México. Y el 25 de enero de 1553 abrió sus puertas, imitando a universidades europeas como a la de Salamanca.

Las primeras escuelas y cambios de nombre

Pasaron más de 200 años y se inauguró la Real Escuela de Cirugía en 1778, y el Real Colegio de Minería en 1792. Luego, en 1794, se abrió la Academia de San Carlos para el estudio de las bellas artes.

Por obvias razones, luego de la Independencia de México, se borró el título de Real y sólo se llamó Universidad Nacional y Pontificia. Más tarde sólo se llamaría Universidad de México.

Cerrada y reabierta varias veces

Tras la Independencia, la universidad se cerró en varias ocasiones, como en 1833, 1857 y 1861, pues no era bien vista por los liberales.

Después, según Fundación UNAM, con la llegada de Maximiliano de Habsburgo, se reabrió, pero la volvió a clausurar en 1865. Para ese entonces, ya existían las sedes de medicina, ingeniería, arquitectura, jurisprudencia y de la teneduría de libros, incluso una para el estudio de la agricultura.

La Escuela Nacional Preparatoria y el proyecto de Justo Sierra

Para 1867, el doctor Gabino Barreda creó la Escuela Nacional Preparatoria. Su inauguración es importante porque con ésta se acabó la educación colonial que había sobrevivido hasta el siglo XIX.

A esto se sumaría el proyecto de Justo Sierra, presentado en la Cámara de Diputados el 11 de febrero de 1881, para la creación de una universidad mexicana moderna.

Sin embargo, no avanzó, pero puso las bases proponiendo escuelas de Bellas Artes, Comercio y Ciencias Políticas; incluso sugirió que se integrara la Escuela Normal, una de Altos Estudios, así como la Escuela Nacional Preparatoria y una Secundaria de Mujeres.

Sierra no se dio por vencido y presentó nuevamente su proyecto en el Consejo Superior de Educación Pública, en 1902 y 1905.

La Universidad Nacional y la Autonomía

Fue tanta la insistencia que el 30 de marzo de 1907, cuando Justo Sierra ya era titular de la Secretaría de Instrucción Pública, que el presidente Porfirio Díaz aprobó la apertura de la Universidad Nacional.

Para que el proyecto se volviera realidad, mandaron al pedagogo Ezequiel A. Chávez a Europa y Estados Unidos para que observara cómo funcionaban otras universidades.

Con estos estudios, por fin el proyecto de la Universidad Nacional de México se hizo realidad el 22 de septiembre de 1910.

Y casi 20 años después, tras varias huelgas y enfrentamientos, el 10 de julio de 1929, el presidente Emilio Portes Gil promulgó la Ley Orgánica de la Universidad Nacional de México, Autónoma, la cual se publicó el 22 de julio en el Diario Oficial de la Federación y que entró en vigor el día 26, según Gaceta UNAM.

¿Cuáles eran la sedes de la UNAM en el Centro Histórico de la CDMX?

Según México Desconocido, luego de la fundación de la primera universidad del país, su primer sede se ubicó entre las calles Corregidora, Erasmo Castellanos y Pino Suárez, en donde actualmente se encuentra la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Centro Histórico de la CDMX.

Junto a este inmueble, otras escuelas se fueron sumando y conformaron lo que en algún momento se conoció como el Barrio Universitario en el centro de la Ciudad de México. Sí, antes de que todas se trasladaran al sur de la capital con la construcción de CU en 1952.

Según la historiadora Yolanda Bravo Saldaña, en la revista Km Cero, la mayoría de los edificios universitarios se encontraban al noreste del Zócalo.

Acá las sedes de la UNAM en el Centro Histórico de la CDMX:

Antiguo Colegio de San Ildefonso

Quizá la antigua sede de la UNAM más conocida del Centro Histórico de la CDMX, el Antiguo Colegio de San Ildefonso fue fundado por jesuitas en 1583, los responsables de educar a las comunidades indígenas tras la conquista española.

Con un poquito más de dinero, los jesuitas reconstruyeron el Colegio en el siglo XVIII. Sin embargo, con su expulsión, la recién creada Escuela Nacional Preparatoria se instaló en el edifico en 1867.

Sería hasta 1910 que esta institución formaría parte de la Universidad Nacional y que albergaría a la Preparatoria Número 1 hasta 1978, habiendo pasado por sus aulas personajes como Octavio Paz, pero también hechos terribles como el “Bazucazo” de 1968.

Ahora, como muchos saben, el Colegio de San Ildefonso en Justo Sierra número 16 es un museo que resguarda importantes murales de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, entre otros pintores más.

El Palacio de la Autonomía

En 1910, con la creación de la Universidad Nacional de México, el gobierno le entregó varios inmuebles para sus escuelas. Edificios que fueron construidos entre los siglos XVII y XIX, pero que renovaron para dar clases.

Como señala Yolanda Bravo, uno de ellos fue el Palacio de la Autonomía, el que funcionó como la primera Rectoría de la Universidad. Un inmueble histórico porque vivió los movimientos estudiantiles que lograron la autonomía en 1929.

En la colonia, esta construcción ubicada en la calle Licenciado Primo de Verdad número 2, era el Convento de Santa Teresa la Antigua. Sin embargo, en el siglo XIX, con la desamortización de los bienes del clero decretada por Benito Juárez, pasó a ser vecindad, bodega y hasta cuartel militar.

Esto hasta que en 1890, el arquitecto Manuel Francisco Álvarez realizó un proyecto para que alojara la Escuela Normal de Maestros. Después, el Palacio fue renovado dos veces más; y entre 1933 y 1978, se establecieron varias escuelas en él, como las de Comercio y Administración, Odontología, Enfermería y Obstetricia; así como los planteles 2 y 7 de la Escuela Nacional Preparatoria.

Actualmente es sede de la Sala de la Odontología Mexicana, de la Fonoteca de Radio UNAM, y del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras.

Academia de San Carlos

Según esta escuela, su fundación ocurrió en 1781, cuando el grabador mayor de la Casa de Moneda, Jerónimo Antonio Gil, presentó al Virrey Martín de Mayorga la iniciativa de crear una escuela para la enseñanza de las Bellas Artes. Así, en 1783, se expidió la Cédula Real para la creación de la Real Academia de San Carlos.

A pesar de que ayudó a desarrollar a varios arquitectos que alzaron importantes edificios de la Nueva España, tuvo que cerrar por la falta de recursos. Fue hasta 1843 que fue reabierta con ayuda de una recolección de fondos.

En fin… La Academia de San Carlos se instaló definitivamente en el Hospital del Amor de Dios; y en 1852, el arquitecto italiano Javier Cavallari fue el encargado de darle una manita de gato.

Aunque la cerraron durante la Revolución Mexicana, fue reabierta como Escuela Nacional de Bellas Artes e incorporada a la Universidad Nacional.

Hoy en día sigue formando parte de la UNAM, se imparten clases y se presentan diferentes exposiciones.

Real Seminario de Minas

¡Ojo! Como comenta Bravo Saldaña, no debe confundirse este edificio de finales del siglo XVIII con el Palacio de Minería. Aquí les hablamos del que está en la calle República de Guatemala número 90.

El Real Seminario de Minas es un edificio histórico porque es considerado la primera escuela profesional de todo el continente americano; aquí se enseñaban asignaturas relacionadas con la minería y la geología, pues dependía del Real Tribunal de Minería, encargado de la explotación del subsuelo en México.

Como el lugar empezó a considerarse pequeño, compraron el terreno de Milpantongo, donde Manuel Tolsá proyectó lo que ahora conocemos como el Palacio de Minería, al cual se trasladó el Seminario en 1811.

Mientras tanto, en 1833, el antiguo edificio se convirtió en la sede de Ciencias Físicas y Matemáticas, pero poco tiempo después volvió a ser el Colegio de Minería. Y ya para 1862, empezó a depender del Ministerio de Instrucción Pública.

Ahora es sede de los egresados de la Facultad de Ingeniería, pero también se imparten clases del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras.

Palacio de Minería

¿Tepetongo? No, Milpantongo era el nombre del predio donde se construyó el que sería el nuevo Colegio de Minas, como les contábamos aquí arriba.

El proyecto estuvo a cargo del arquitecto valenciano Manuel Tolsá y el director de la obra fue el español Miguel Constanzó.

Según el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM, el objetivo del inmueble era formar especialistas en la explotación de minas en la Nueva España. Sin embargo, con la Independencia, la institución cambió de nombre, y al acabar el imperio de Maximiliano, el edificio se convirtió en prisión de imperialistas.

Luego, con la reforma educativa de Juárez, el colegio pasó a llamarse Escuela Nacional de Ingenieros, integrando todas las ramas de esta disciplina.

Ahora el Palacio de Minería ubicado en Tacuba número 5 funciona como museo de la Universidad.

Palacio de Medicina

Otra de las antiguas sedes de la UNAM conocidas en el Centro Histórico de la CDMX, es el Palacio de Medicina, el cual fue construido por Pedro de Arrieta para albergar al temible Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, justo frente a la Plaza de Santo Domingo.

Sí, su construcción se dio entre 1732 y 1736, y el tribunal lo habitó hasta 1820. Pero con su huida tras la Independencia, el inmueble sufrió varios daños y cayó en el olvido.

Aunque en 1838 se intentó subastar, nadie lo quiso por las historias que guardaba. Por esta razón, por un tiempo fue sede del Arzobispado y de la Lotería Nacional, aunque igual funcionó como cuartel y escuela primaria.

Fue hasta 1854 que se instaló la Escuela de Medicina, creando un internado para los alumnos. Por ejemplo, aquí estudió y se suicidó el poeta Manuel Acuña.

Un siglo después, en 1956, el colegio se mudó a Ciudad Universitaria, por lo que desde 1980 sirve como Museo de la Medicina Mexicana.

Escuela de Jurisprudencia

Después de ocupar otras sedes, en 1908, la Escuela de Jurisprudencia se instaló en el Convento de Santa Catalina de Siena, fundado en 1593 por dominicas de Oaxaca.

De acuerdo con la UNAM, en 1910, la Escuela de Derecho comenzó a formar parte de la Universidad Nacional. Y en 1915, en este lugar se creó la Sociedad de Estudios Jurídicos también conocida como “Los siete sabios”, con personajes como Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Alberto Vázquez del Mercado, Antonio Castro Leal, Teófilo Olea y Leyva, Alfonso Caso y Jesús Moreno Baca.

Actualmente, este edificio ubicado en la calle San Ildefonso número 28 alberga a la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Derecho.

Antigua Escuela de Economía

Según el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, entre 1902 y 1904, la familia Ortiz de la Huerta, socia del Banco Mercantil de México, mandó a construir una casona en la que vivieron varios inquilinos.

Pero a partir de 1938, este inmueble diseñado por el arquitecto Manuel Gorozpe, comenzó a operar como hogar de la Escuela Nacional de Economía. Aunque quedó abandonado luego de que se trasladara a CU.

Lo bueno es que lo recuperaron y restauraron, y a partir de 1988, se convirtió en sede de la Asociación de Exalumnos de la Facultad de Economía de la UNAM.

Estas son todas las antiguas sedes de la UNAM en el Centro Histórico de la CDMX. Aaaunque habría que agregar al Antiguo Templo de San Pedro y San Pablo, que funcionó como Hemeroteca de la Universidad entre 1944 y 1979; y el Antiguo Templo de San Agustín, que alojó a la Biblioteca Nacional en 1914.