Para poner a prueba la memoria del electorado, la llamada corriente Izquierda Popular Guerrerense (IPG) prevé lanzar por una diputación al otrora gober de Guerrero, Ángel Aguirre. Sí, el mandatario que se quedó calladito luego de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y del que nada se sabía desde que decidió renunciar a su cargo.
De acuerdo con Reforma, la nada esperada reaparición de Aguirre se dará hoy, en respuesta a la convocatoria hecha por la corriente IPG (la cual es respaldada por la alianza PAN-PRD-MC), dirigida por el secretario general del Sol Azteca en el Estado, Alberto Catalán.
El PRI revive al “Gober Precioso” Mario Marín y el PRD a Ángel Aguirre https://t.co/8fqDeCFfZp pic.twitter.com/0bYNtKHDZn
— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) 22 de diciembre de 2017
A pesar de lo roja que estuvo la salida de Aguirre del gobierno de Guerrero, desde el pasado fin de semana la dirigencia perredista realizó su registro como precandidato a diputado federal por el distrito VIII de la Costa Chica, cargo que ya había ocupado en 1991. Por cierto, durante las vacaciones obligatorias del exmandatario, murió el hijo de éste, Ángel Aguirre Herrera, quien en alguna época también ocupó la misma diputación que su padre y planeaba lanzarse por la alcaldía de Acapulco.
Además de haber “gobernado” la entidad sureña durante los lamentables hechos ocurridos en Iguala, en los que estudiantes normalistas fueron sometidos por policías e integrantes del crimen organizado, Aguirre dejó sin comprobar 8 mil 628 millones de pesos, los cuales habría ejercido de 2011 a 2014. Según el diario capitalino, esa irregularidad financiera correspondería a 22 programas federales.
Llaman a boicotear precampaña de Ángel Aguirre#LaOtraOpinión https://t.co/pH6pPyo8dU pic.twitter.com/pltId4evFa
— Ricardo Alemán (@RicardoAlemanMx) 26 de diciembre de 2017
Así que no, la renuncia del Angelito no fue debido a la presión social por la desaparición de los normalistas, sino porque ya sentía que le iba a caer la voladora… tanto o más que a su hermano (Carlos Mateo Aguirre) y otros cinco funcionarios de su administración, a quienes la PGR aprehendió por cargos de peculado. Pero, al parecer, el asunto ya fue olvidado: ahora Aguirre y otros tres exfuncionarios involucrados en desvíos del erario van por puestos de elección popular en las próximas elecciones federales. Y seguro habrá quién vote por ellos.