De la foto de Alfredo Adame —esa que se convirtió en meme luego de una pelea con Carlos Trejo— hasta la alegría de una niña volando un papalote frente a un amurallado Palacio Nacional. Estas son algunas de las imágenes que nos ha regalado, a través de su lente, la fotoperiodista de Cuartoscuro Andrea Murcia.
Seguro las han visto en redes. Muchas de sus fotos se han vuelto virales y han tenido un alcance tan grande que hasta sirvieron de inspiración para un mural en la calle de Tepeji, en la colonia Roma, o simplemente… se hicieron memes.
¿Qué piensa Andrea de esto? Para saberlo, platicamos con ella sobre fotoperiodismo, las manifestaciones feministas y el reto de cambiar las viejas narrativas en los medios.
La lente de Andrea Murcia
“Yo estudiaba Gastronomía, estaba haciendo mi tesis sobre las recetas de los pueblos originarios de Jalisco, pero cuando me fui acercando, me di cuenta que no era solamente como el romance que yo vivía. O sea, me tocó ir a pueblos que no tenían agua potable. Fue mi primer acercamiento al periodismo”.
Andrea nos contó que el fotoperiodismo es la manera que ha encontrado para contar historias e ir más allá: ayudar a quienes lo necesitan, llevar sus voces a donde tengan que ir para que sus denuncias sean escuchadas.
Ella tuvo chance de hacer prácticas profesionales en la agencia del fotógrafo Pedro Valtierra, Cuartoscuro. Y de ahí pa’l real.
El fotoperiodismo…
Cuartoscuro es una de las agencias más importantes en México porque es una red de fotoperiodistas que cubren desde los sitios más recónditos del país.
En el caso de Andrea, ella tiene su base en CDMX. La también reportera inició su trayectoria en 2017 con un fotorreportaje sobre los daños del sismo del 7 de septiembre en Juchitán, Oaxaca.
Como en el caso de otros y otras colegas de Cuartoscuro, su trabajo se ha diversificado, ha sido la propia agenda la que ha permitido que Andrea cubra desde la mañanera de AMLO hasta partidos de fut. Eso ha enriquecido su oficio.
“No solamente es un tema, eso es lo enriquecedor de la profesión. Ir de un tema a otro más que sacarte de onda es enriquecerte, es mantenerte viva, querer aprender y saber más”.
También es para las mujeres
El fotoperiodismo también es para las mujeres. Andrea ha aprendido que hay dos trincheras para hacer los cambios: una externa, que viene de la mano con la movilización de miles de mujeres mexicanas, y la otra está dentro de los medios.
El caso del fotoperiodismo está relacionado con las recientes movilizaciones feministas, al menos eso consideró Andrea.
“Ha sido muy difícil que las mujeres se posicionen. Y en el fotoperiodismo más, porque siempre se ha pensado que nosotras no podemos, porque ‘somos débiles’, porque ‘nos da miedo’ y de hecho es algo que se sigue pensando.
Pero gracias al estallido del movimiento feminista… que es como una manera de decir que es ‘estallido’ porque el feminismo siempre ha existido desde antes del voto, ¿no?
Pero sí, de las movilizaciones feministas en la Ciudad de México fue que también nuestro trabajo se pudo mostrar, podemos demostrar también quiénes somos porque pues el hecho que las chicas lo hicieran separatista —y que sólo cubrieran mujeres— ya no dejó que sólo los hombres fueran.
Simplemente con el bloque negro del 2 de octubre, ¿a quién mandaban? A hombres.
Y aquí es: mandas a mujeres porque si no, los van a sacar. Entonces, nos dieron chance de mostrar quiénes somos”.
Perspectiva de género
“La perspectiva de género no es tener una posición, sino hablar con respeto, dejar de reproducir estos discursos amarillistas, revictimizadores”.
La joven fotoperiodista lo pone sobre la mesa: para hacer un periodismo con perspectiva hay que basarnos en el respeto y en romper con las viejas narrativas —por ejemplo, en una manifestación feminista están las coberturas que enfatizan los daños en inmuebles y aquellas que dan a conocer las causas de la protesta, las exigencias.
“No es necesario ser mujer, todos y todas podemos hacerlo, los medios, los hombres”, dijo.
Cobertura en tiempos de pandemia
Además de prepararse con el protocolo para cubrir manifestaciones —contacto de emergencia, kit de seguridad, casco y permanecer al lado de otros periodistas—, Andrea tuvo que adaptarse a los tiempos de la pandemia de COVID-19 y sumar el cubrebocas a la cobertura, pero no sólo eso.
Murcia también se topó con las guardias en los hospitales y otra dura realidad:
“Hacer guardia en los hospitales es muy fuerte, te preguntas por qué estás haciendo eso… Estar con una familia a la que le dijeron que su familiar murió, pero te aferras porque es tu trabajo, porque es una manera de mostrarle al mundo que mientras están en una fiesta o están en su zona de confort, hay gente pasándola mal”.
Es compromiso
Al igual que en las manifestaciones feministas, a pesar de que Andrea siente cómo el ambiente la rodea, ella pone un granito de arena desde su trinchera.
“Las movilizaciones feministas son algo que claramente me interpela, a mí me gustaría realmente estar ahí con ellas, pero yo sé que esa trinchera no me toca, porque lo que me toca es documentar y si pasa algo, ahí están las fotos. Mi emoción… trato que se refleje con las fotos”.