Doce familias fueron desalojadas del edificio Ámsterdam 27 el 19 de septiembre de 2017. Han pasado exactamente mil 096 días desde esa fecha y las personas que ahí vivían no han podido regresar a casa.
Tras el sismo de 7.1 grados, con epicentro en Morelos, que sacudió fuertemente a la Ciudad de México hace tres años, el inmueble con 12 departamentos ubicado en la colonia Hipódromo, alcaldía Cuauhtémoc, sufrió daños estructurales importantes. Fue señalado con color rojo y catalogado con alto riesgo de colapso.
A pesar de en el contrato para la rehabilitación del edificio se especifica que las obras concluirían el 4 de agosto de 2019, el año pasado, a la fecha la constructora avanza a paso de tortuga con el trabajo y los vecinos, además de no poder volver a casa, viven con la incertidumbre de que les entreguen el edificio a medias.
“Las autoridades no están conscientes que es un derecho que tenemos, no es un favor, ni una dádiva, es un derecho que todos los damnificados tenemos y que aparte nosotros estamos abriendo camino también para los próximos damnificados, porque esta es una ciudad sísmica y va a volver a temblar”, afirma Trinidad Godínez, vecina del edificio con quien platicamos para que nos contara cómo ha sido la lucha por su edificio.
“En alguien tienes que confiar”
De acuerdo por el registro del Portal para la Reconstrucción del gobierno de la Ciudad de México, el edificio de Ámsterdam 27 está siendo rehabilitado por la empresa constructora YC Construcciones y Proyectos del Sur, obras que supervisa la empresa Grupo Promotor Aries y se le asignaron 21 millones 977 mil 934.94 pesos para las intervenciones necesarias.
Pero para que las autoridades catalogaran el edificio para rehabilitación los vecinos tuvieron que pasar por varios obstáculos.
Trinidad nos cuenta que debido a que ninguna autoridad se hizo responsable o les tendió la mano después del sismo, los vecinos de Ámsterdam 27 encontraron a una persona que les dijo que les podría ayudar a principios de 2018. El asunto es que, como se enteraron tiempo después, la persona era decorador de interiores y lo único que hizo fue maquillar las columnas, nada más.
“Nos dijeron que nosotros teníamos la culpa porque habíamos escogido a nuestro corresponsable de seguridad estructural pero pues en alguien debes de confiar, en alguien debes de agarrarte para poder pues hacer que tu vivienda nuevamente vuelva a funcionar”, explica.
El edificio se quedó así hasta abril de 2019, cuando en la Comisión para la Reconstrucción se eligieron las empresas que realizarían las intervenciones en la CDMX y les asignaron a YC Construcciones y Proyectos del Sur, una empresa de Morelos que ha sido señalada por los damnificados por incumplir el programa de obra permanente, así como intentar justificar la demolición del edificio al terminarse el plazo de su contrato.
Cuando la constructora recibe el edificio, lo revisa y entrega un proyecto ejecutivo para rehabilitación, mismo que es aprobado por el Instituto de Seguridad para las Construcciones. Sin embargo, cuando empiezan las obras comienzan a encontrar más daño.
Con ese argumento la Comisión para la Reconstrucción notifica a los vecinos que el edificio tenía que ser demolido.
La lucha para que no lo demolieran
Es en este momento cuando comienza una lucha por parte de los vecinos quienes, con estudios que ellos consiguieron independientemente y el proyecto ejecutivo, exigieron que su edificio no fuera demolido sino rehabilitado. Trinidad nos explica que las autoridades, con fotos, les dijeron que los daños extras que encontraron en el edificio de Ámsterdam 27 eran por falta de mantenimiento.
“Cómo le vamos a hacer mantenimiento al edificio si estamos desalojados desde el 19S. Ahí se pararon las obras porque César Cravioto (comisionado para la Reconstrucción) insistía en demoler el edificio y redensificar”, afirma Trinidad.
Nos explica que la redensificación es una de las opciones que les dieron para solventar los gastos de la reconstrucción. El objetivo es demoler, “quitarnos el 35% de nuestro patrimonio” para poder hacer más departamentos y venderlos, recursos con los que financiarían la intervención total.
El contrato con la constructora se firmó en abril de 2019 y se pactó el final de las obras para el 4 de agosto de 2019, a la fecha ninguno de los vecinos del edificio han podido regresar.
Problemas con la constructora
Trinidad nos cuenta que el contrato que se firmó con la constructora sucedió a precio alzado. Han encontrado sobreprecios y, debido a que se encontraron más daños, la empresa afirma que no le alcanza el dinero para poder hacer la rehabilitación completa.
Para acabarla de amolar, con los más de 13 meses de retraso en la entrega de la obra, las autoridades les dijeron que el edificio no será entregado con la habitabilidad completa porque los recursos solo son para la rehabilitación, “para que quede seguro y no hay más”.
“Por más que nosotros les hemos comentado que revisen a la constructora, los sobreprecios, que comparen, ellos dicen y nos siguen diciendo que nosotros tenemos la culpa. Que incluso< se nos dio mas dinero para hacer unas inyecciones que eran necesarias pero no nos lo dieron a nosotros, eso se dio para la rehabilitación y unas inyecciones que requería el edificio. Entonces siguen insistiendo en que no nos van a dar la habitabilidad completa, que nos conformemos con que esté la estructura completa y que no le pase nada al edificio”, señala Trinidad.
¿A qué se refieren con habitabilidad? A que los departamentos de Ámsterdam 27 y el edificio en general, sean entregados como estaba: con los servicios y características que tenía, listos para que las familias los puedan habitar.
Trinidad nos explica que no les quieren poner ventanales, que tenían antes del sismo, no quieren impermeabilizar.
Que les quieren poner 3 puertas cuando ellos tenían 8 y además tenían interfón, tema al que la propia Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, se refirió como un lujo exigido por los damnificados.
Más de mil días en la lucha en Ámsterdam 27
La mayoría de personas que vivían en Ámsterdam 27 son de la tercera edad, por lo que si les entregan las obras sin terminar no van a poder volver a casa ya que no cuentan con los recursos, ni la edad, para terminar de pagar lo que falta.
“Si nos lo entregan a medias pues tampoco vamos a poder regresar porque no tenemos los recursos económicos suficientes para solventar esos gastos. Si los tuviéramos no tendríamos ninguna necesidad de estar en la lucha”, afirma Trinidad.
Ahora, tres años después del sismo del 19 de septiembre de 2017, los vecinos no tienen una fecha de cuándo estará terminado su edificio.
Desde que fueron desalojados, Trinidad y su mamá están viviendo con unos familiares, pero estar fuera de casa por tanto tiempo ha sido muy complicado. Ella afirma que a las autoridades no les están pidiendo un favor, sino que les cumplan sus derechos.
“Simple y sencillamente que nos restituyan nuestros derechos porque tenemos derecho a la vivienda digna y estamos pidiendo lo que teníamos, no más no menos. No exigimos lujos porque ni siquiera teníamos lujos, era pues eso un edificio, que sí es en una zona pues privilegiada pero pues fueron con muchos años y muchas generaciones de trabajo que conseguimos vivir ahí y es lo que exigimos, nuestros derechos”, concluye.