Si Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones presidenciales de 2018, la reforma educativa peligraría. Palabras más, palabras menos, es lo que declaró el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, el pasado viernes 24 de marzo. “Efectivamente, López Obrador ha dicho que él no está de acuerdo y habría una regresión terrible (…) desde nuestra óptica sería terrible y el riesgo está presente”, sentenció el funcionario priista al ser cuestionado sobre la posibilidad de que AMLO llegara a Los Pinos. El dirigente nacional de Morena contestó el mismo día, en un tono socarrón, y dijo: “gracias a Nuño, porque (la frase) ‘si gana Andrés Manuel la Presidencia se va a terminar la reforma educativa’, es como si lo estuviera diciendo yo (…) él lo hace para meter miedo, como si fuera una cosa muy buena la reforma educativa. Hasta risa me da”.
López Obrador indicó que cuando gane los comicios, las escuelas también serán comedores y que los niños irán a los centros educativos a aprender, pero también a comer. “Los salones de clase van a ser también comedores, va a haber alimentación en las escuelas”, declaró el líder de Morena, quien en las últimas semanas ha sido el objetivo principal de funcionarios federales y políticos priistas, Nuño Mayer incluido. Ya sean los ataques directos de Miguel Ángel Osorio Chong, José Narro Robles, Enrique Ochoa Reza, el presidente Enrique Peña Nieto o el diputado Carlos Sarabia, quien describió a AMLO como un “loco por el poder” y “alguien que ya no sabe ni lo que dice”. Ya sea por su supuesto mal estado de salud, los cuestionamientos que le ha hecho a las Fuerzas Armadas y hasta sus presuntos vínculos con Javier Duarte, los ataques contra el político tabasqueño no han parado.
Nuño no dejó pasar la oportunidad y este lunes 27 de marzo volvió a la carga contra López Obrador. El titular de la SEP tuvo algunas palabras para el político tabasqueño: “autoritario al que le da risa la educación” y además consideró que “no quiere que los mexicanos críticos lo cuestionen”. Ese platillo discursivo apenas fue una entradita, ya que Aurelio “Puño”, mote que le impusiera Julio Hernández Astillero, tenía mucho más para atizarle a AMLO. “La respuesta que dio lo pinta de cuerpo entero. Lo pinta tal cuál como es (…) y sí, lo expresa muy bien, la educación le da risa. Se tardó más de diez años en terminar su carrera y eso muestra ese autoritarismo, ese desprecio por la educación, ese desprecio y falta de respeto por los demás”.
¿Seguirá la novela Nuño-AMLO?
Nuño no es el primer personaje que utiliza el tiempo que López Obrador necesitó para acabar la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública. Durante las campañas de 2006 y 2012 ya se había utilizado como argumento para cuestionar su figura. En 2011, antes de que las izquierdas definieran a su candidato a la Presidencia, se filtraron presuntas copias del historial académico de AMLO, en donde se revelaba que el expriista había tardado 14 años en terminar sus estudios universitarios. Incluso se aventuraba que Andrés Manuel había presentado 16 exámenes extraordinarios durante su estadía en la Universidad Nacional Autónoma de México.
De acuerdo con una entrevista que el político tabasqueño ofreció en 2012 a la publicación Zócalo, entre 1973 y 1976 acreditó la mayoría de las materias y se fue, como pasante, a su tierra natal. Trabajó como director del Instituto Nacional Indigenista entre 1977 y 1982, para después regresar a la Ciudad de México a concluir sus estudios y presentar su tesis. Parece que este sólo es el inicio de un cruce de declaraciones entre Nuño Mayer y López Obrador. Si de plano esta confrontación es inevitable, ojalá, al menos, los próximos capítulos sean un poquito más originales y no reciclen el script como hasta ahora.