Y que el presidente de México lo hace de nuevo. Ante la mirada atenta de una importante reunión binacional con Estados Unidos, AMLO trató de bajarle las tensiones desempolvando uno de sus grandes éxitos de la comedia. Sí, justo como se lo imaginan, se aventó —una vez más— su clásico chiste sobre la extraña relación de nuestros países.
“Tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”, dijo el presidente desencadenando un montón de honestas risas.
Esta sería, al menos, la tercera ocasión en la que se avienta el mismo chiste durante una reunión con representantes de Estados Unidos… y eso que no le contamos las veces que la ha soltado en la mañanera.
La primera vez que alguna autoridad gabacha escuchó el chascarrillo sobre Dios y la lejanía mexicana fue —nada más y nada menos— que Joe Biden, el presidente estadounidense, en su primer reunión con AMLO de manera digital, a principios de marzo pasado.
¿La segunda? Se la dedicó a Kumbala Harris.
Unas semanas antes de hacerse viral por trastabillar con el nombre de la vicepresidenta de Estados Unidos, AMLO platicó con la exsenadora en una conferencia virtual y por supuesto que también soltó el chistorete. Eso fue en mayo.
Y ahora, Don Come… digo, el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos volvió a probar suerte con su tradicional comentario para bajarle las tensiones a una importante reunión sobre seguridad binacional. Quien recibió de frente el chascarrillo fue Antony Blinken, secretario de Estado.
“Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”
La frase de AMLO para limar asperezas con sus colegas estadounidenses y que ya prácticamente todos conocemos es: “Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos’”.
Se originó como un juego de palabras para suavizar una frase histórica. Tradicionalmente se le atribuye a Porfirio Díaz, el histórico presidente de finales del siglo XIX, que decía: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. En fin.