Este jueves, antes de la hora de la comida, Andrés Manuel López Obrador y el embajador de China en México, Qiu Xiaoqu, se reunieron por poco más de 25 minutos. La reunión fue para ver cómo se va a poner el equipo de transición y sobre todo, empezar a platicar del futuro del comercio con el gigante asiático.

Claro, también fue la oportunidad para que AMLO estrenara el nuevo peinadito juarista. 

“Ellos lo que quieren es aumentar el comercio con México y, eventualmente, participar en proyectos de infraestructura; como ya saben, ellos ya tienen inversiones aquí, pero no son inversiones al 100 por ciento”, decía Marcelo Ebrard al término de la reunión.

Además, confirmaron que el embajador invitó al equipo de AMLO a una feria empresarial en Shanghái que se realizará en noviembre próximo.

En la reunión todo fue amistad: entre los apapachos el embajador le transmitió al futuro pejidente “los saludos personalísimos del presidente chino (Xi Jinping)” y hasta le regalaron dos libros autografiados.

Eso sí, también había problemas para arreglar. Mientras que el gobierno chino confirmaba que quiere aumentar sus inversiones en México, el equipo de AMLO hablaba de balancear el comercio, porque en los últimos años hemos tenido un saldo negativo. “Estamos importando muchísimos aparatos de telefonía, computadoras, circuitos integrados”, decía Ebrard.

Al término de la reunión, Marcelo Ebrard confirmó que el virtual presidente electo seguirá con el tour de la bienvenida, pues esperan reuniones con embajadores de América Latina, el Caribe, Rusia, Japón y los países árabes.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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