La nieve se dejó caer en el Polo Norte… pero lejos de regalarnos una bellísima postal decembrina, el espectáculo climático terminó en tragedia. Una gigantesca avalancha cayó este miércoles en Ask, un pequeño pueblo a 20 kilómetros al norte de Oslo, la capital de Noruega.
Medios internacionales reportan que hay cerca de 20 personas desaparecidas.
La avalancha —que cayó en un área residencial— dejó además decenas de casas destruidas, al menos 10 personas heridas y las 700 personas de este pueblito en Noruega tuvieron que ser evacuadas por el miedo de un segundo round.
La policía se encuentra en el lugar buscando a quienes pudieran haber quedado atrapadas en el lodo, la nieve o los restos de construcciones.
“Estamos buscando sobrevivientes”, comentó Roger Pettersen, vocero de la policía de Noruega entrevistado por The Guardian. El funcionario confirmó que no han descartado la posibilidad de encontrar sobrevivientes en los edificios colapsados y que, al momento de la entrevista, había 21 personas que se desconocía su paradero.
En noticias más afortunadas, de los 10 heridos únicamente tenían lesiones leves.
La avalancha —reportada de casi 700 metros— comenzó después de una larga noche de nevadas, de climas medio gachos y de que algunos testimonios contaran que el piso de sus casas se sacudió. Entrevistados le contaron a la BBC que se fue la luz en medio de la madrugada.
Erna Solberg, la primer ministra de Noruega, comentó que debido a la peligrosa situación del piso o de que se dejen caer otras avalanchas similares, todos los rescates los están haciendo por helicóptero.
