Esta es otra historia de empresas que llevan al máximo sus operaciones por encima de la preservación del medio ambiente. Los protagonistas son Alfonso Romo, jefe del Gabinete de AMLO, y la compañía Enerall, quienes son señalados por apañarse casi 15 mil 000 hectáreas para la explotación de agua subterránea en la Península de Yucatán —y que en esta tarea se ha llevado al traste áreas de la selva maya y han comprometido el hábitat de esta zona.

De acuerdo con la investigación “Alfonso Romo: un cacique del agua en el paraíso maya” —realizado en conjunto por CONNECTAS, Aristegui Noticias, Ruido en la Red, Univisión, Vice en Español y el International Center for Journalist (ICGJ)—, revela cómo el trabajo de Enerall y los proyectos de Alfonso Romo han impactado sobre la reserva de agua dulce más importante en México. Y que de paso ha convertido a Romo en el cacique de la Península de Yucatán.

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Foto: Cuartoscuro.

El proyecto de biotecnología de Alfonso Romo

Por ahí de abril de 2018, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) comenzó a investigar un megaproyecto de biotecnología fundado por el empresario y jefe de la Oficina de Presidencia. Según la investigación de los periodistas Janet Cacelín, Alejandro Melgoza y Sergio Rincón, los inspectores hallaron un cenote —de cinco mil 500 metros cuadrados— tapado con tierra, rocas y convertido en fango. Esto sucedió en Tizimin, zona que tiene la mayor cantidad de cenotes en México, con 369 de tres mil uno.

Sin embargo, no pasó nada con la investigación, pues la Profepa no pasó el caso al Ministerio Público y se indagara un posible delito ambiental. Este se convirtió en uno de los rastros que dejaba la operación del megaproyecto de Romo y la empresa que fundó: Enerall.

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Foto: Cuartoscuro.

Enerall

Enerall fue fundada en 2007 y diez años después de su fundación logró acumular un territorio de casi 15 mil 000 hectáreas, convirtiéndose en la mayor explotadora de agua subterránea para uso agrícola en la Península de Yucatán y en la tercera a nivel nacional.

Para acumular todo este territorio, Enerall intervino áreas de la selva maya, comprometiendo el hábitat y la fauna de la zona. Según las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), la compañía se comprometió con la mitigación de los años ambientales.

Sin embargo, hasta el día de hoy no se sabe cómo las implementó y tampoco se sabe de sus resultados. ¿Y la Profepa? No ha hecho ninguna auditoría para verificar los compromisos con MIA —lo único que pasó fue la emisión de una multa y la clausura temporal del rancho donde se hallaba la zona impactada.

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Foto: especial-Aristegui Noticias.

Los daños

Alfonso Romo dijo que Enerall era una compañía que mediante la tecnología de punta podía mejorar el nivel de vida de la comunidad de la Península de Yucatán —acelerando el ciclo de la naturaleza dos siglos. Pero en realidad, el trabajo de esta compañía ha traído graves consecuencias en el medio ambiente.

En primer lugar está la escasez del agua y, por ende, la falta de este recurso para los campesinos y las especies de la selva. ¿Qué más? La apropiación de territorio a expensas de la selva maya.

El plan de Alfonso Romo era convertir los suelos “improductivos” en productivos —en el tramo de Cancún a Mérida. ¿Cómo? Enerall comenzó a tomar el agua asentada de la zona para abastecer los campos. No obstante, el apañón de la compañía ha provocado el malestar de otros productores mayas, quienes desde 2016 padecen de los registros históricos de sequía extrema.

Dice Alfonso Romo aunque "el apretón es durísimo", el sector productivo se recuperará
Foto: Cuartoscuro

Los productores señalaron a la Conagua (Comisión Nacional del Agua) que sus pozos se secaban o descendían de nivel. Pero eso no fue todo, la zona ha sido deforestada, se ha registrado la caza de venados para presuntamente trabajar los terrenos —el cenote ya mencionado, no ha sido el único afectado, de acuerdo con testimonios.

A pesar de todos estos señalamientos, Enerall pudo armarse de 23 títulos para la explotación de aguas —estos los consiguió entre 2012 y 2018. Sin embargo, la alerta continúa en contexto de los megaproyectos que se contemplan en el sureste del país —como el Tren Maya.

Si te interesa leer más acerca de la investigación, AQUÍ te dejamos el enlace.

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