Multimillonario, bigotón y con muchísimas propiedades. No, no estamos hablando del señor que sale en el Monopoly. En realidad, con eso de su salida de la Oficina de Presidencia, aprovecharemos para contar la historia de Alfonso Romo, el hombre que —hasta este miércoles— era la mano derecha de AMLO en los asuntos de la iniciativa privada.

El empresario tiene décadas metido en la élite mexicana y desde hace años ha salido embarrado en preocupantes polémicas.

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Foto: Cuartoscuro.

¿Quién es Alfonso Romo? Bueno, pues nació en la Ciudad de México pero desde muy joven se fue a Nuevo León, donde se graduó como ingeniero agrónomo en el Tec de Monterrey.

Su primera chamba empresarial fue vendiendo cabrito. Luego, comenzaría a construir su imperio millonario con pasteles… pero de boda: en esos tiempos se casó con Maca Garza Lagüera, nieta de Eugenio Garza Sada, uno de los empresarios más reconocidos de la historia mexicana.

Ya bien acomodado trabajó en empresas de su familia política como Grupo Visa, Cervecería Cuauhtémoc y la famosísima embotelladora.

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Foto: Cuartoscuro

En 1987 dio el gran salto: con un préstamo de su suegro, Alfonso Romo compró la tabacalera La Moderna en 30 millones de dólares y gracias a sus habilidades en los negocios, empezó a agarrar vuelo en un montón de nuevas compañías.

Entre aseguradoras, casas de bolsa y productoras de semillas, el chilango —regiomontano por adopción— rápidamente se convirtió en un reconocido miembro de la élite empresarial.

Cuando llegaron los noventas, en el apogeo del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Alfonso Romo apoyó todos los proyectos presidenciales, especialmente los que se referían a la modernización —pónganle comillas— del campo mexicano. Es más, los años salinistas le sonrieron tanto que durante ese sexenio debutó en las listas de Forbes de los hombres más ricos del mundo.

Duró poquito pues la devaluación de 1995 lo sacaría rápidamente del pódium.

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Neta. Alfonso Romo representó a México en unas Olimpiadas // Foto: GettyImages

Los años siguientes fueron una combinación de placer y de negocios: por un lado, su gusto por la equitación lo llevó a representar a México en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 y Sidney 2000. Por el otro, abrió un titipuchal de nuevas empresas y apoyó las campañas de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Terminó por convertirse en un miembro hecho y derecho de la llamada Mafia del Poder… y nunca lo ha negado.

“Yo soy de la mafia del poder converso”, decía Alfonso Romo en una entrevista cotorrona con Adela Micha de hace algunos años. “Es muy interesante el concepto, ¿no?”

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El empresario cuenta que conoció a Andrés Manuel López Obrador en una comida de 2011 y que desde ese día le cayó bien a pesar de sus claras diferencias ideológicas.

Poco después los dos hombres comenzarían a colaborar y fueron tan cercanos que el reconocido empresario salinista terminó coordinando el Proyecto de Nación del líder de Morena para las elecciones de 2018. Ya instalado en Palacio Nacional, AMLO nombró a Alfonso Romo como jefe de la oficina de la Presidencia de México y…

Estuvo en ese puesto durante dos polémicos años, hasta que se confirmó su salida este miércoles 2 de diciembre.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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