El ruso Alexei Navalny, debe amar mucho a su país como para regresar, luego de ser perseguido y envenenado. Ahora, a casi tres meses de su aprehensión, siguen las injusticias en su contra. El principal opositor de Vladimir Putin, ha denunciado que lo está siendo torturado mediante la privación de sueño. A pesar de su deteriorado estado de salud, al político lo despiertan ocho veces cada noche, sin que logre tener un descanso completo. El pobre ya ha de estar con los ojos como Bugs Bunny con insomnio.
La verdad es que no la está pasando nada bien. Sufre de fuertes dolores de espalda y en la pierna izquierda, pero, eso no impide que los custodios se turnen para despertarlo a cada hora durante toda la noche, lo que apenas si le permite dormitar de cuando en cuando. En una carta publicada en su sitio web, Navalny, apuntó a que se trata de una tortura equiparable a la de los campos de concentración nazis.
Podría ser peor
Tal como menciona ‘Infobae’, La privación del sueño es, de hecho, considerada una práctica de tortura psicológica prohibida por la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes adoptada en 1984 y uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Olga Mijailova, hizo un llamado a la comunidad internacional al advertir que el estado de salud del líder del partido ‘Rusia del futuro’, es extremadamente preocupante. “el mundo teme por su vida y su salud”, señaló. Lo peor, es que no pueden hacer absolutamente nada para detener las medidas penitenciarias extremistas.
Pues en respuesta a la denuncia, el portavoz del Kremlin dijo que “los ciudadanos rusos recluidos en prisiones extranjeras, enfrentan situaciones mucho más duras. Algunos de ellos han sido condenados sin motivo e ilegalmente…Estos diversos ejemplos de disciplina en las cárceles de otros países, a menudo están relacionados con un trato mucho más crudo e inhumano”. Chale, casi, casi dicen que la privación de sueño, es un favor que le están haciendo.
Por su parte, los servicios penitenciarios, les practicaron exámenes médicos a todos los reclusos, determinando casualmente que el estado de salud de Alexei Navalny es “considerado estable y satisfactorio”. Ahora solo queda esperar que la abogada del político, siga presionando para poner fin a los actos de privación de sueño o bien apelar nuevamente para ver si le permiten cambiar de cárcel.
Y es que, más vale que duerma lo más que pueda, porque si en tres meses lo han hecho como sus calzones, siendo torturado mediante la privación de sueño, con vigilancia extrema las 24 horas del día, aislado y con muy poco tiempo libre, lamentablemente, todavía le queda por cumplir una sentencia poco mayor a dos años.