Cuando Serge Gainsbourg dejó a Brigitte Bardot, por Jane Birkin, muchos le reprocharon el abandono al que algunos consideran el mayor símbolo sexual de su época. Pero yo siempre he pensado que el tipo era un visionario, la estética de Birkin es ahora ley, las bellezas más cotizadas tienen ese aire entre hippie y sofisticado que la inglesa le heredo a su hija Charlotte.
Aquí un irresistible ejemplo de esa teoría: