Imágenes tristes y dolorosas llegan desde Oaxaca. Imágenes que nos recuerdan la violencia que se vive en México y que ponen en los reflectores —otra vez— a las víctimas de las acciones policiacas que han sacudido al mundo entero. Después del asesinato de Alexander Gómez en manos de la policía municipal de Acatlán de Pérez, sus amigos lo despidieron con una última asistencia y con un grito de justicia.
Alexander Gómez tenía 16 años y ya jugaba en la Tercera División. Alexander Gómez salió a comprar un refresco y murió cuando la policía le disparó “por accidente”.
La crónica de su despedida es desgarradora. De camino al panteón municipal, hicieron una escala en una cancha de futbol rápido para que sus amigos y compañeros le dijeran adiós. Un último desborde por la banda izquierda, diagonal retrasada y el ataúd remató de primera desde fuera del área. El equipo se unió en un profundo abrazo. Sin embargo, aunque había aplausos, lo que sonó no fue un grito de gol.
“El graderío y la cancha congregó a decenas de personas, quienes demandaron a una sola voz justicia para Alexander”, se lee en la narración de Excélsior. Este es el video de la despedida:
#Oaxaca | #Cuenca 🎥 Compañeros de Alexander lo despiden, mete su último gol. pic.twitter.com/dJ9hY2DaTW
— Noticias de Oaxaca | TVBUS (@tvbus) June 11, 2020
Los reclamos de justicia avanzan cada vez más fuerte.
Actualmente, el policía que disparó “por accidente” —el parte oficial dice que confundieron a Alexander y a sus amigos con un grupo criminal— ya se encuentra detenido. Con el fin de resguardar el orden e investigar a los agentes locales, al municipio de Acatlán de Juárez, en Oaxaca, han llegado elementos de la Policía Estatal, de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, prometió que trabajaba para resolver el caso.
Sin embargo, entre declaraciones inconsistentes y fiscalías sobrepasadas de trabajo, la historia de Alexander refleja una dolorosa realidad mexicana en la que no solo este joven futbolista ha sido víctima. Tampoco Giovanni o Melanie. Las historias de violencia policiaca, de detenciones aleatorias y de ejecuciones extraoficiales se escuchan demasiado en este país.
Las investigaciones avanzan y mientras México exige que se detenga la impunidad, solo queda esperar que la siguiente vez que un joven mexicano remate a portería no lo tenga que hacer desde una caja de madera.
*Con información de Excélsior, Jornada y Animal Político