La dolorosa imagen le ha dado la vuelta al mundo. En conjunto con las imágenes del joven Omran Daqneesh y los relatos tuiteros de la niña Bana Alabed, la acción heroica del fotógrafo Abd Alkader Habak le ha puesto rostro a la guerra en Siria. El retrato de la desesperación y el dolor de un atentado en la capital comercial del país gobernado por el presidente Bashar al-Assad le da otra dimensión al conflicto sirio. La historia es esta: el pasado sábado 15 de abril un coche bomba se introdujo —con el pretexto de entregar ayuda humanitaria— a la zona de Al Rashidín, a las afueras de la ciudad de Alepo, donde un convoy de evacuados se preparaba para salir de la ciudad. El auto se hizo explotar y dejó más de 100 personas muertas. Niños, mujeres, hombres, familias enteras, provenientes de las localidades de Al Fua y Kefraya aguardaron en el transporte y no llegaron a su nuevo destino.

De acuerdo con los reportes periodísticos, en la escena del atentado no había más que los servicios médicos que colaboraban con la evacuación y un grupo de periodistas que cubrían el evento. En pleno conflicto surgió la figura de Alkader Habak, un fotógrafo local que dejó de lado su cámara y se encaminó a auxiliar a los niños heridos durante el siniestro. El rostro desencajado e impotente del reportero gráfico fue captado por sus colegas. En las imágenes se puede apreciar a Abd —destrozado emocionalmente— cargando a algunos niños para ponerlos a salvo. Según las cifras oficiales, 68 niños murieron durante el atentado del sábado pasado en Siria. En una de las instantáneas más emotivas, el fotógrafo se encuentra de rodillas sobre el césped, con su cámara en la mano derecha y rompiendo en llanto. Totalmente sobrepasado por la situación.

A través de su cuenta de Twitter, el mismo Abd Alkader Habak se pronunció al respecto de la situación. “Lo que mis compañeros y yo hemos hecho hoy es lo que inspira nuestra humanidad a aquellos que han sido socios en el asesinato de los niños de Khan Sheikhan”, escribió el también cineasta. El fotógrafo originario de Siria publicó el pasado 16 de abril una grabación donde se puede observar su terrible experiencia en primera persona. Mientras Alkader filmaba la escena del atentado, vio a un niño que necesitaba ayuda y decidió ayudarlo; la cámara siguió grabando mientras él lo apartaba del peligro. “Le vi la cara y pude ver que seguía respirando. Lo cargué y empecé a correr hacia la ambulancia. No sé qué pasó con el niño pero lo puse en una ambulancia y ellos lo llevaron a uno de los hospitales en el área controlada por los rebeldes”, declaró el fotógrafo a la cadena Channel 4 News.

Advertencia: las imágenes contenidas en el video pueden resultar muy fuertes para algunos usuarios.  

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