Las Fuerzas Armadas del presidente de Siria, Bashar al-Assad declararon este jueves 22 de diciembre su victoria en la ciudad de Alepo, la capital comercial siria, que se encontraba bajo control de los grupos rebeldes. De acuerdo con la cadena BBC, el último convoy que evacuaba a miembros de la insurgencia y civiles salió este jueves de la ciudad. Los evacuados salieron de Alepo en camiones gubernamentales, terminando así un dominio territorial que sostuvieron durante cuatro años las fuerzas rebeldes.
La recuperación total de la ciudad ancestral representa una victoria momentánea para el régimen de al-Assad, una derrota para la oposición y traería consigo “poderosas repercusiones en materia política”, señala la agencia de noticias The Associated Press. El presidente de Siria ha afirmado que la recaptura de la ciudad significa no sólo una victoria para su país, sino para Irán y Rusia, sus aliados en el conflicto.
La Organización de la Naciones Unidas señala que fueron evacuados cerca de 30 mil personas: un grupo será llevado a la provincia de Ildib, que es controlada mayoritariamente por grupos islamistas, mientras que otro sector será reasignado a ciudades controladas por el gobierno sirio.
Desde hace más de cinco años la ciudad de Alepo se convirtió en un territorio clave en conflicto permanente entre el gobierno de Bashar al-Assad y las fuerzas insurgentes. Antes del periodo de guerra civil, Alepo era la ciudad más poblada del país, un sitio reconocido por su cultura gastronómica y monumentos históricos. Después de los enfrentamientos permanentes, se contabilizan más de 290 mil personas muertas y la mitad de la población ha tenido que abandonar el país.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, de las 273 mil 520 personas asesinadas en Siria desde el estallido del conflicto en 2011, la mayoría de las víctimas son civiles.
