Bana al-Abed es una niña siria de 7 años, quien junto a Fatemah, su madre, registra la manera en la que sobreviven al conflicto que aterroriza las calles de Alepo, capital comercial del país, a través de las redes sociales. “Necesito paz”, tuitearon madre e hija el pasado 24 de septiembre, con lo que iniciaron una manera distinta de denunciar los horrores de la guerra.
Su cuenta de Twitter, @alabedbana, ha logrado despertar el interés de más de 30 mil seguidores desde que comenzaron sus publicaciones: en ellas podemos ver retazos de la vida bajo los bombardeos, los escombros en los que se ha vuelto su ciudad, además de ver a la joven Bana aprendiendo inglés o dibujando.
Los tweets de Bana son fáciles de distinguir, normalmente están escritos en un inglés muy básico, mientras que los mensajes que manda su mamá tienen un subtexto. La niña y su hermano menor —de cinco años— ya no van a a la escuela “porque fue destruida”.
Please stop killing us we need peace. I need peace to become a teacher #Aleppo pic.twitter.com/mYfF0Zmngv
— Bana Alabed (@AlabedBana) 27 de septiembre de 2016
Fatemah asegura que no dejó su ciudad porque pensaba que el conflicto sólo duraría uno o dos años, además que se niega a abandonar “su propia piel” y dejar el lugar donde vivieron sus padres, “su país, su casa, su aliento”.
Ya van cinco años de conflicto permanente entre el gobierno de Bashar al-Assad y las fuerzas insurgentes, los cuales han dejado un saldo de aproximadamente 290 mil personas muertas y la mitad de la población ha tenido que abandonar su país.
De acuerdo con The Guardian, madre e hija se las están viendo difíciles. Ya no hay frutas ni vegetales en los mercados, síntoma de que el asedio que ha durado tres meses y que sólo se rompió brevemente para que una ofensiva rebelde pudiera traer algunos víveres a través de su corredor.
Según la madre de Bana, lo único que desea para su hija es que viva una vida normal —que salga jugar con sus amigos y que vaya a la escuela—, aunque la guerra ha “eliminado todo lo que se llama vida”, ya que ahora piensan si podrán sobrevivir un día más.