Ha pasado de todo en Alemania: desde fiestas clandestinas hasta manifestaciones contra las medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19. Y ante el temor de que la situación se agrave, el gobierno alemán decidió anunciar nuevas restricciones —por ejemplo, en las fiestas, las autoridades apostaron por reducir el número de participantes a estas reuniones tanto en espacios públicos como privados.
La importancia de esta noticia es tal que la canciller Angela Merkel se encargó de avisarle a las alemanas y los alemanas que deben ponerse las pilas antes de que todo se vaya al traste —un poco en contexto con las predicciones hechas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) sobre cómo se pondrán las cosas en octubre y el aumento de los casos de coronavirus.
Merkel pide más restricciones.
La canciller se reúne con los gobernadores de las 16 regiones para consensuar medidas que permitan frenar la tendencia creciente de infecciones en Alemania. Los dirigentes llegan con expectativas muy distintas. /lis pic.twitter.com/5x0oKrHhhF
— DW Español (@dw_espanol) September 29, 2020
Alemania anuncia nuevas restricciones contra el COVID-19
El gobierno de Alemania detectó que uno de los factores que han propiciado el aumento de los casos de coronavirus son… las fiestas —clandestinas, masivas, legales y hasta las orgías.
Ante este escenario, las autoridades consideraron una buena jugada establecer nuevos límites para las reuniones. ¿Cómo? Pues básicamente, los estados que registren por ahí de 35 nuevos contagios por cada 100 mil habitantes —en una semana— deberán ponerse estrictos con las fiestas.
Algo así como poner como ponerle un límite a las fiestas realizadas en espacios públicos o centros rentados. Se supone que en estos casos, el número de participantes será de 50.
En cuanto a las reuniones privadas, el número de asistentes no podrá excederse de 25 personas.
Si los contagios alcanzan los 50 casos por cien mil habitantes, el número de participantes en una fiesta hecha en el espacio público será máximo de 25.
¿Y en casa? Nomás habrá chance de que 10 personas se reúnan.
En conferencia de prensa, Angela Merkel explicó que estas medidas se llevan a cabo porque el gobierno está preocupado por el aumento de los casos de coronavirus —después de vivir un verano más o menos controlable en cuestiones sanitarias pero en el que se registraron hechos que dejaron al mundo con el ojo cuadrado, tales como las orgías y manifestaciones en contra del uso de cubrebocas y del supuesto orden mundial que se instalará bajo el mando de Bill Gates o la OMS.
Casi 900 personas en cuarentena
Si bien hay quienes siguen las medidas sanitarias —y hasta se casan de a solapa, es decir, sin invitados—, hay personas que se aferran a la antigua normalidad, como si el COVID-19 no existiera.
Ejemplo de esto fue lo que pasó en Bielefeld, donde una fiesta privada desencadenó que casi 900 personas que laboran y estudian en un colegio de la zona fueran puestas en cuarentena —después de que se detectaran varios casos entre los niños y las niñas que asistieron a la reunión.
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De acuerdo con las autoridades sanitarias de Bielefeld, se registraron 36 casos de COVID-19 relacionados de manera directa con la dichosa fiesta —es decir, 36 personas que asistieron a la reunión se contagiaron de coronavirus, entre ellos 10 estudiantes del colegio puesto en cuarentena.
Eso no es todo. En Hamm —localidad vecina de Bielefeld— armaron tremendo reventón para celebrar una boda con más de cien invitados, de acuerdo con Deutsche Welle. Y los resultados no fueron los mejores.
Por cierto, en la reunión de las autoridades de las distintas regiones de Alemania con Angela Merkel, se puso en la mesa la posibilidad de armar un semáforo epidemiológico para medirle el agua a las restricciones y las actividades sociales o económicas.