Han pasado más de 20 meses desde que la pequeña Alcira González, de dos años y medio, murió al caer del segundo piso en el centro comercial Antara de la Ciudad de México. La justicia todavía no ha llegado a su familia y los responsables no han enfrentado las consecuencias de aquel accidente.
¿Responsables? Sí, porque la muerte de la pequeña Alcira es una tragedia, pero también una historia de negligencia.
La familia denuncia negligencia de una construcción insegura, de una plaza capitalina que, pese a su popularidad, no cumplía con los reglamentos. Negligencia de un hospital que prefirió el beneficio económico antes que salvar una vida y negligencia en una aseguradora que ha escondido todas las investigaciones.
En Sopitas.com platicamos con el abogado de la familia de Alcira González, el licenciado Yisroel Cimet, para conocer esta historia que lleva más de 20 meses atrapada en los juzgados de la Ciudad de México.
¿Cómo murió Alcira en Antara?
La niña de dos años y medio de edad cayó en la plaza Antara —cerca del área de comida— por un espacio inseguro. Su familia acusa que mientras recorrían este lujoso y conocido centro comercial, se encontraron con un vacío elevado que incumplía el Reglamento de Construcciones en la Ciudad de México.
Específicamente, el Artículo 118 que obliga a estos espacios a tener barandales a 90 centímetros que eviten el paso de niños.
Sin señalización, ni protección, Alcira cayó al vacío. Quedó atorada entre dos vigas que soportaban un muro publicitario.
En la denuncia interpuesta desde prácticamente 20 meses, acusan no solo la negligencia en la construcción, también la disponibilidad de las personas de la plaza que evitaron la atención temprana. Cuentan que, los responsables de la plaza —todo por no dañar el espacio— no permitieron que su familia la rescatara lo más rápido posible.
Y después, la denuncia se centra en el actuar del Hospital Español.
El Hospital Español.
Saliendo de Antara, cuando pudieron liberar a la pequeña Alcira, la llevaron a un hospital cercano. Ubicado a menos de 700 metros del centro comercial, sobre la avenida Ejército Nacional, llegaron de emergencia al Hospital Español.
Ahí condicionaron su entrada a que la familia González pagara 100 mil pesos antes de ser atendida.
Como la familia no tenía esa cantidad y querían hacerle estudios, “el personal del hospital forzó al abuelo de Alcira a firmar un pagaré en blanco para poder iniciar la atención médica de la niña”, narra el licenciado Cimet.
Después de perder tiempo valioso en la negociación económica, la pequeña de dos años y medio no sobrevivió a una operación de emergencia.
“Lo que le sucedió a Alcira es algo que sucede y sucede muy seguido en este país, por lo que queremos dejar muy claro que lo que pretendemos es que se haga justicia”, comentó el abogado en un evento conmemorativo que hicieron a un año de su fallecimiento. “Solicitamos que las autoridades otorguen las medidas cautelares para la no repetición de lo sucedido”.
Y finalmente… la aseguradora.
Mientras avanzaba el caso de la pequeña Alcira en los juzgados capitalinos, se encontraron con un esperado problema: la aseguradora de Antara, Seguros SURA, bloqueando las investigaciones.
El abogado de la familia nos cuenta que no han entregado la información requerida. “No han querido comparecer y los pocos datos que han dado, los han dado a regañadientes”, acusa el licenciado Cimet. Este expediente debería incluir datos del siniestro, las previsiones de la construcción o la responsabilidad civil contratada por el centro comercial.
Incluso, acusan que el Ministerio Público trabaja con un apercibimiento oficial contra los representantes de Seguros SURA por no haberse presentado, en más de tres ocasiones, a las citas de la investigación. “Lo que sucedió ya sucedió”, cuenta el abogado. “Pero en vez de ayudar, de ver cómo se llega a un entendimiento, de ayudar la familia, lo que han hecho es poner todo tipo de trabas y artimañas jurídicas”.
Actualmente, el caso se encuentra en etapa de investigación, donde la Fiscalía de la Ciudad de México intenta buscar pruebas de lo que, acusan, fue un homicidio.
La familia de Alcira reclama la calidad moral de los implicados.
Ni el centro comercial —que meses después modificó el lugar de la caída—, ni la aseguradora, ni el Hospital han respondido a las peticiones de la familia, “pero no les ha importado. Hemos tratado de llegar al entendimiento. Para ellos la vida no vale nada y no quieren llegar a ningún lado”.