Nunca es buen momento para manejar ebrios, ni para subirse al volante con unas copas de más, pero lo que hizo esta alcaldesa en Australia es… la peor de las punterías. Resulta que venía saliendo de una importante reunión en la que prometió ayudar a las víctimas de conductores borrachos, cuando ella misma estrelló su automóvil.
La cosa es que se embarró contra un árbol y cuando la agarraron, admitió que se había tomado varias copas de vino.
Esta sedienta alcaldesa se llama Karen Williams y gobierna en la comunidad de Redlands, en Australia. Ahora, mientras los habitantes exigen su renuncia, está envuelta en una polémica más grande que las patonas de ron —de esas que seguro le encantan.
La alcaldesa estaba en una importante reunión virtual con las familias de varios casos terribles en su comunidad. Uno de ellos, la historia de un adolescente en estado de ebriedad venía manejando y cobró la vida de Kate Leadbetter y Matthew Field, una joven pareja que esperaba un bebé.
En el evento, la alcaldesa dijo que ayudaría a las familias y a otras víctimas de conductores ebrios.
“Hablamos de la seguridad en las calles y de conducir bajo los efectos del alcohol, hablamos de cómo cambiaríamos la situación”, comentó Judy Lindsay una de las activistas —perdió a su hija en un accidente similar— que estuvo presente en la reunión. “Me dijo que quería que su legado político fuera terminar con los conductores ebrios”.
Cuando terminó la reunión, la alcaldesa apagó la cámara, se destapó una botella de vino y después manejó… hasta chocar contra un árbol.
Las personas en su comunidad están pidiendo que renuncie de manera inmediata, pero Karen Williams se rehusa a hacerlo. De acuerdo con 7News, un medio en Australia, la alcaldesa dijo que renunciar sería “una decisión impulsiva”, por lo que no lo hará.
Judy Lindsay, la activista, dice que la alcaldesa le marcó llorando para disculparse por haber manejado borracha, pero que no perdona lo sucedido. “Le dije que confiábamos en ella y nos mintió. Ella se comprometió a darle visibilidad al problema”, reclamó. “Tuvo suerte de no haber matado a nadie”.