Putin puso a su país en la mira de las asociaciones en pro de los derechos civiles en el momento en que su administración aprobó las ley anti propaganda gay que deja en una situación vulnerable a este sector de la población.
Después de esto todo en Rusia ha sido tranquilidad, sólo un poco de represión y encarcelamientos, además de un poco más de explosión de violencia en contra de la gente homosexual, en fin, un clima feliz hasta que llegó el momento en que Rusia recibiría al mundo en su casa para los Juegos Olímpicos de invierno, entonces algunos temieron por la seguridad de los participantes homosexuales, mientras que otros vieron una posibilidad para protestar en contra de la política represiva de Putin.
Entonces la diplomacia hizo su aparición, Rusia prometió no meterse con nadie que no se metiera con ella. Y en medio de este ambiente en el cual el más ligero movimiento haría una enérgica protesta en contra de Putin, primero, Obama manda una delegación estadounidense en la que varios de sus integrantes son abiertamente homosexuales, y segundo, esto que salió el día de hoy, la declaración del alcalde de la ciudad que albergará el evento, el cual dice que no, no es verdad, no hay gays en Sochi.
Al momento nosotros nos acordamos de las declaraciones del ex presidente de Irán, Ahmadineyad, quien había dicho que en Irán no eran homofóbicos ni tenían problemas con eso ya que no había gays en ese país.
El alcalde, Anatoly Pakhomov habló con la BBC y expresó que en Sochi eran bienvenidos los gays siempre y cuando:
«respeten las leyes de la Federación Rusa y [no] impongan sus hábitos a los demás»
Fuera de esa «imposición de hábitos» expresó que los gays no tenían que ocultar su sexualidad en Sochi, el problema es que no sabemos qué signifique eso, ya que su propia ley anti propaganda es ambigua y cualquier cosa que hicieran los homosexuales invitados haciendo ejercicio de esa «libertad» de «mostrar su sexualidad» podría ser utilizada para actuar legalmente en contra de ellos (cómo ya pasó con unos turistas holandeses).
Pakohmov expresó:
«No, nosotros solo decimos que eso es su asunto, es su vida. Pero no es aceptado aquí en el Cáucaso donde nosotros vivimos. Nosotros no los tenemos [a los gays] en nuestra ciudad»
Pero luego afinó su apreciación y expresó:
«No estoy seguro»
Ahora, el mundo conoce que hay por lo menos dos clubes gay en esa ciudad, también las redes sociales rusas empezaron a decir que sí existen, ahí están.
El activista ruso por los derechos de los homosexuales Nikolay Alekseyev, recordó también las palabras del ex presidente de Irán y expreso a RT que los homosexuales han estado presentes:
«En cualquier ciudad, país, cultura y cualquier época histórica»
Los propios políticos miembros de la oposición se están preguntando ¿por qué, si el alcalde tiene razón, no se han ido a la quiebra los clubs gay en Sochi? (ahora tememos que los quieran cerrar a la fuerza).
La portada del New Yorker
En son de burla la famosa publicación estadounidense sacó esta portada ¿la razón? La mayoría de las veces los Juegos Olímpicos se centran en los atletas, su rendimiento, las competencias, y el espíritu deportivo, pero ahora todo se centra en la figura de Putin, sobre el terrorismo y Putin, los homosexuales y Putin, el petróleo y Putin, Estados Unidos y Putin, Putin y Putin. Así que, haciendo honor a la festividad de Putin, el New Yorker hizo que su portada también fuera sobre él.