Cómo habrán estado las cosas que el alcalde de Cuauhtémoc en Chihuahua local se disfrazó de indigente y acudió en búsqueda de apoyo a las oficinas gubernamentales… al darse cuenta de los malos tratos que viven las personas día a día tomó medidas drásticas para poner en cintura a los trabajadores de su administración.
Carlos Tena, el mandatario local en cuestión, pretendió tener una discapacidad y acudió a las oficinas de la Dirección de Desarrollo Social para pedir una despensa.
“El propósito de esta caracterización fue mostrar la realidad que viven los ciudadanos a diario, la indiferencia y desatención por parte de los servidores públicos”, dijo el alcalde en una entrevista para Milenio.
La caracterización fue completa: el alcalde se sentó en una silla de ruedas en mal estado y portó un parche en el ojo por debajo de lentes oscuros. Además, se impregnó de aceite y gasolina para desprender un olor fuerte. La respuesta fue la esperada: las secretarias del lugar le pidieron que esperara afuera, los funcionarios hacían señas y comentarios susurrando acerca de su aroma. El alcalde cuenta, incluso, que un trabajador chocó contra su silla y ni siquiera le pidió una disculpa.
El alcalde Carlos Tena (Cuauhtémoc, Chihuahua) exhibió el maltrato a indigentes y personas con discapacidad, y nos lo cuenta ahorita en @asilascosasw 👇🏻 pic.twitter.com/w2Xj4IG58I
— Gabriela Warkentin (@warkentin) 8 de julio de 2019
“Descubrimos, desafortunadamente, cómo en Desarrollo Social, estuve ahí un buen rato, nadie se digna a acercarse a ver qué se me ofrece, o a ofrecerme un vaso de agua, o al médico. Sí nos dieron una despensa pero batallamos poquito”, comentó el alcalde.
¿Y luego? La sorpresa.
El alcalde cuenta el patatús que le dio a los trabajadores cuando se dieron cuenta que el señor que habían ignorado y maltratado, era en realidad su jefe. Cuentan que, después de recibir su despensa, el mandatario local se puso de pie y se quitó el disfraz. “Me dio coraje con las personas que están ahí trabajando y ganan un sueldo y tratan mal a la ciudadanía. Les dí su buena leída de cartilla y les dije que no quería volver a saber que trataron mal a alguien”, agregaba en la entrevista.
Según su testimonio, el alcalde decidió tomar esta inusual medida después de que muchas personas le reclamaran de los malos tratos pero los trabajadores negaran las acusaciones. ¿Entonces? A tomar cartas en el asunto.