Todo parece indicar que el empresario Luis Oswaldo Espinoza Marín, propietario de Asesores Jurídicos Profesionales (AJP), atentó contra su propia vida. Sin embargo, la Fiscalía de Jalisco todavía sigue realizando las investigaciones correspondientes.
“Quiero confesar que, durante 30 años que tuve mi empresa denominada Asesores Jurídicos Profesionales manejé inversiones en el ramo inmobiliario (…) A partir del disruptivo de la pandemia no puedo cubrir las prestaciones que he contraído, sobrehipotequé los inmuebles que con fruto de sus inversiones adquirí”, aceptó Espinoza Marín en un mensaje publicado en sus redes sociales, previo al cateo en que fue hallado su cuerpo sin vida.
De acuerdo con la Fiscalía de Jalisco, luego de recibir alrededor de 130 denuncias contra el propietario de AJP, se realizaron diversos cateos, uno de ellos en la calle Paseo de los Virreyes, en Zapopan. Ahí fue donde se encontró el cuerpo sin vida del empresario.
Previo al hallazgo, reporta la Fiscalía, los agentes que realizaron el cateo fueron recibidos con disparos de arma de fuego. Sin embargo, el personal ministerial salió ileso, no así el presunto agresor a quien se le aseguró un arma de fuego y una nota póstuma e identificación oficial.
En el comunicado de la Fiscalía de Jalisco no se indica si los agentes respondieron a los disparos. Seguramente eso se aclarará en las próximas horas. “De manera conjunta se trabaja con personal del Instituto Jaliscienses de Ciencias Forenses quienes coadyuvan en la fijación y levantamiento de indicios”.
Según reporta Milenio, el empresario tenía en su contra un acumulado de 130 denuncias por fraude. Se desconoce oficialmente el monto de la estafa, pero se indica que ésta puede ser calificada como “multimillonaria”.
En el video que Espinoza Marín publicó previo al cateo de la Fiscalía, señala que durante años cumplió con todas las obligaciones con sus inversionistas, sin embargo, la crisis de la pandemia jugó en su contra. “Actualmente ya no puedo seguir adelante”.
En la grabación, el empresario explica que el dinero que le entregó la gente que invirtió con él fue destinado a la adquisición de bienes raíces, sin embargo, todas éstas ya están hipotecadas.
Espinoza Marín deslindó de responsabilidades a sus familiares, así como a compañeros de trabajo, aceptando toda la responsabilidad ética, civil y penal del presunto fraude. “Suplico no sigan represalias sobre gente inocente: todo lo ocasioné yo a base de engaños y falacias”.
La Fiscalía de Jalisco informó que será la Dirección General de Delitos Patrimoniales y Financieros la que se encargue se continuar con las investigaciones del caso. Extraoficialmente se habla de un fraude por más de 22 millones de pesos.