Lo que necesitas saber:
Cero y van dos. Las donaciones para el huracán Otis nunca llegaron a Acapulco. Gracias a un AirTag dos periodistas se dieron cuenta que el Gobierno se hizo guaje... para variar.
Otra vez la burra al trigo. Una buena cantidad de despensas que fueron donadas para Acapulco tras el huracán Otis nomás no llegaron. Es más, se quedaron en una bodega del Gobierno en la Ciudad de México donde permanecen hasta este momento.
Y si esta historia les suena similar, es que fue, de nuevo, gracias a un AirTag que la gente pudo darse cuenta: el mismo cuento con las despensas que se donaron para los damnificados en Turquía tras los terremotos.
Lo volvieron a hacer: Despensas para Otis en Acapulco nunca salieron de CDMX
En junio del año pasado, la periodista Pamela Cerdeira hizo un experimento que destapó el cochinero que parece se les está haciendo costumbre. Las donaciones que se supone iban para Turquía tras el terremoto nunca llegaron.
Y Cerdeira se dio cuenta de esto al poner un AirTag en una bolsa de arroz y otro en un paquete de papel de baño, ambos productos ni siquiera salieron de México.
Uno podría pensar que, luego de esto, el Gobierno no volvería a hacer algo así… pero estábamos equivocados.
Sofía y Juan, que tienen un podcast llamado “Qué está pasando con Sof y Juanjo“ pusieron un AirTag en donaciones que entregaron al Gobierno Federal con el objetivo de que llegara a Acapulco, tras el paso del huracán Otis.
La primera donación fue entregada a un Centro de Acopio en una tienda Super ISSSTE a finales de noviembre en Coyoacán y el 4 de diciembre dejaron otro producto en otro Centro de Acopio en una tienda Super ISSSTE en la alcaldía Benito Juárez.
Por varias semanas, las donaciones se quedaron exactamente donde las habían dejado hasta que en algún momento el producto de la Benito Juárez fue enviado a una bodega de Coyoacán.
Sofia y Juan fueron a la tienda de Coyoacán el 20 de abril pero como no encontraron al gerente, regresaron tres días después cuando lograron hablar con el encargado que les dejó pasar a la bodega.
Luego de revisar y hacer sonar el rastreador, encontraron el AirTag en las toallas sanitarias que donaron para Otis en Acapulco. Estaba en la CDMX.
El encargado les dijo que tenían entre 3 y 5 toneladas de donaciones para Otis en Acapulco que todavía no habían entregado. Según el funcionario, querían juntar 16 tarimas para llenar un trailer y que el viaje “valiera la pena”.
Todavía hay un AirTag más en la bodega que de donaciones que no entregó el Gobierno
Ahora, lo interesante es que según cuentan Sofía y Juan, en esa bodega todavía hay un AirTag escondido en otro producto… ¿será que ese último cargamento sí llegará en algún momento a Acapulco o se va a quedar ahí?
En un video compartido de su podcast los jóvenes explican una importante razón: si no había suficiente despensa para llenar un tráiler, ¿por qué no mandaron camiones más pequeños?