Aunque en redes los ahora expertos en arboricultura (antes especialistas en pandemias, criptomonedas y geopolítica) aseguran que el recién colocado ahuehuete ya está más pa’llá que pa’cá, las autoridades de la CDMX dicen otra cosa.
“El ahuehuete de 20 años de edad y que mide aproximadamente 12 metros de altura, se encuentra en un periodo de adaptación, por lo cual es cuidado y observado de manera permanente para garantizar su crecimiento y desarrollo”; aseguró la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de la Ciudad de México.
El comunicado de las autoridades de la CDMX fue en respuesta a los señalamientos que en redes sociales se hicieron sobre la situación del ahuehuete de avenida Reforma, el cual hace apenas unos días fue colocado en lugar de la tradicional palma… tan tradicional que antes el espacio que ocupaba era conocido como “glorieta de la palma”.
Y es que sí, en las fotos que recientemente se le han tomado al mencionado ahuehuete, éste se ve medio tristón. Si de por sí cuando se plantó no estaba nada frondoso, ahora luce más apagado, con las hojas tirándole a una tonalidad café y… pues dando la pinta de estar secándose.
Sin embargo, las autoridades de la CDMX señalan que es normal: “Como parte de su proceso de adaptación y como respuesta al trasplante, el ahuehuete presenta amarillamiento del follaje y tirará parte de esa hoja durante varias semanas”.
Y si no es normal, cuando menos estará bajo observación y cuidados para que no quede en condición de arbolito de navidad de Charlie Brown.
La SEDEMA también le recuerda al respetable que hace unos días un fulano fue a estampar su camioneta contra el ahuehuete, lo cual, aunque no causó graves daños en el árbol, sí hizo que éste se moviera y modificara su proceso de pleno enraizamiento.
Para que los que pasen por el ahuehuete no se extrañen, la SEDEMA contempla que, en los próximos meses, el árbol pierda entre 30 y 40% de su follaje. Sin embargo, eso no será signo de muerte, sino parte de su proceso de adaptación. Si todo marcha bien, el árbol alcanzará hasta 40 metros de altura.
Por último, la SEDEMA pide a la ciudadanía que no suba hasta la base del árbol, ya que el peso hace que la tierra se compacte y eso dificulta la hidratación del ahuehuete. Es decir, por ahora sí hay que tratarlo con pincitas. “En unos cuantos meses visitarlo de cerca, será más sencillo y seguro para todos”, prometen las autoridades.