Como ya te hemos contado, Estados Unidos lidera una campaña internacional en contra los grupos fundamentalistas Estado Islámico (ISIS) y Khorasan en Irak y Siria. La situación es delicada, pues el actual gobierno de Irak es aliado de Estados Unidos, mientras que el gobierno sirio es aliado de Rusia. Por este motivo, Estados Unidos debe coordinar una doble estrategia. Esta noche, Francia, Estados Unidos y algunas naciones de Medio Oriente coordinaron un ataque en ambos lados de la frontera con un objetivo específico: destruir los pozos petroleros explotados por ISIS.
En otras ocasiones hemos llamado la atención sobre el interés económico de Estados Unidos en esta intervención. Aunque el gobierno de Irak había pedido su ayuda en repetidas ocasiones, Obama reaccionó sólo cuando el Estado Islámico puso en peligro los pozos petroleros de Irak y Siria. Aún entonces, su administración se permitió esperar a que tal peligro dejara de tener resultados benéficos en la bolsa de valores. Entre tanto, el Estado Islámico se desarrolló lo suficiente como para poner en serio peligro a la población de ambos países, especialmente a la minorías étnicas.
Los primeros ataques estadounidenses y franceses tuvieron como objetivo los centros de operación e inteligencia de ISIS. La segunda parte de la campaña, emprendida anoche, tuvo un nuevo objetivo: acabar con las plantas petroleras de las que el grupo fundamentalista extrae crudo hasta por 2 millones de dólares diariamente.
El ejército estadounidense no ha dado a conocer los detalles de los daños de los ataques de anoche. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, por su parte, ha reportado la muerte de, al menos, 14 militantes y 5 civiles.
Tanto Francia como Estados Unidos han advertido que los ataques continuarán. “Incluso si detenemos su flujo de petróleo hoy, todavía tienen alrededor de mil millones de dólares en el banco”, dijo el coronel retirado Peter Mansoor, del ejército estadounidense.
Hasta el momento, la coalición ha confirmado al menos 198 ataques sobre territorio iraquí y 33 sobre Siria. Holanda, se ha unido a la alianza y enviará aviones para bombardear territorios, así como soldados para entrenar a la resistencia de ambos países. En efecto, forma parte del plan dar entrenamiento a los grupos atacados por ISIS, muchos de ellos también en pugna entre sí. Kurdos, chihitas, sunitas moderados, cristianos recibirán instrucción militar.
Durante la intervención militar estadounidense en Irak emprendida por Bush, grupos así fueron entrenados para, más tarde, conformar un ejército que ha demostrado ser ineficiente frente al fundamentalismo. La pregunta que debemos hacernos es “¿qué cambiará en esta ocasión?”. Por otro lado, también cabe preguntar ¿quién explotará los pozos petroleros que hoy financian las operaciones de ISIS una vez que la coalición erradique (temporalmente, siempre TEMPORALMENTE) el brote fundamentalista en la región?