Para que cada vuelo tenga la posibilidad latente de convertirse en una maciza historia de esas que sólo puede protagonizar Wesley Snipes, los gobiernos de México y Estados Unidos analizan la posibilidad de que en los vuelos comerciales entre ambos países aborden agentes armados… estadounidenses, claro está, porque los nacionales ya ven que luego nomás arrestan a lo güey y luego no saben ni dónde dejan a los detenidos.
De acuerdo con El País, la idea viene del lado norte y podría ser aceptada por la administración mexica en un afán de ver si se ablandan las negociaciones del Tratado de Libre Comercio. En documento al que tuvo acceso Reuters se apunta que, tras una reunión sostenida el pasado 18 de enero, la cancillería mexicana se mostró más flexible ante la posibilidad de echarle un ojo a la propuesta norteamericana de desplegar Agentes Aéreos Federales en vuelos comerciales. En 2003 el gobierno mexicano acordó permitir agentes en algunos vuelos… pero con la advertencia de que no dejaría que fueran agentes estadounidenses y mucho menos con armas.
Aunque no emitió una declaración a la par que esta información se dio a conocer, pocas horas después la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tuvo que reconocer que, en efecto, se está estudiando la propuesta estadounidense de colocar alguaciles armados en vuelos comerciales transfronterizos. No obstante, se remarcó que nomás está en “veremos” el asunto, sin que lo divulgado por Reuters sea ya un hecho… no le hace que estamos en plena renegociación del TLCAN y mostrar algo de cooperación con el gobierno de Trump no caería mal. “El gobierno mexicano está evaluando su viabilidad jurídica y sus ventajas operativas y de seguridad, al momento no existe acuerdo alguno”, señaló la dependencia federal.
Según la agencia Reuters, México y Estados Unidos analizan colocar agentes armados en vuelos comerciales https://t.co/UTEjHwK9oz pic.twitter.com/3UmKHDsJS6
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) 30 de enero de 2018
Por su parte, el portavoz del Servicio Federal de Agentes Aéreos, Thomas Kelly, no se pronunció llanamente sobre el tema. Sólo se limitó a señalar que, en caso de que se dé el acuerdo, los agentes portarán nada llamativas camisas azul rey, digo, se encargarán exclusivamente de la protección de naves con la bandera estadounidense, tripulantes y pasajeros… con ayuda de un arma, claro. Y ahí es donde está la bronca, ya que lo delicado de la negociación residen en el hecho de permitir que agentes extranjeros porten armas en territorio nacional. Ya que hasta ahora no se define si sí va o no la propuesta, tampoco queda claro si los agentes volarán exclusivamente de vuelos con destino a Estados Unidos a México o también harán el regreso, ni si sólo será en aerolíneas gabachas o también en las nacionales.
Como era de esperarse, en el documento que hace referencia Reuters también se perfilan otras medidas relacionadas con la seguridad entre ambos países. Pero habrá que esperar para ver de qué se tratan.