Combates internos, un gobierno que culpa a Estados Unidos de una situación de riesgo y la salida de las tropas estadunidenses de Afganistán son apenas la punta del iceberg de las consecuencias que ha dejado 20 años de guerra, intervenciones y terrorismo en este país de Medio Oriente.
Es seguro que en los últimos meses te has topado con noticias acerca de la salida del Ejército de Estados Unidos en Afganistán, de atentados terroristas o de combates entre el ejército afgano y el talibán.
Sin embargo, en medio de toda esta info dispersa está un panorama que pinta incierto para Afganistán —aun y con la salida de Estados Unidos— y que culminaría con la toma del poder por parte de grupos talibanes… que fueron desplazados precisamente cuando el gabacho intervino en este país, en 2001.
Para cachar un poco lo que está pasando, aquí va un breve —o no tan breve— resumen de las guerras que desembocaron en la inestabilidad de Afganistán, las intervenciones y la presencia de los talibanes.
Afganistán
En Afganistán confluye un buen número de grupos étnicos o comunidades —turkmenas, pashtunes, tayikos, uzbekos entre otras— y además de eso, su historia moderna está ligada a levantamientos civiles, ya sea contra monarquías, la misma URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), los talibanes o la intervención extranjera.
Es decir, hablamos de un territorio cuya historia ha sido bien compleja y en buena parte ha influido en el presente y futuro del país.
En la década de los 70 del siglo XX Afganistán pasó de una monarquía —cuyo poder se concentraba en el rey Mohammed Zahir Shah— a una república, peeeeero como en todos los movimientos sociales, aquí surgieron grupos que querían una mayor tajada del pastel y fue así como se dividieron las comunidades en grupos socialistas y fundamentalistas.
El grupo socialista tomó el poder, ante el descontento del Islam. Y como esto sucedió en la Guerra Fría, apareció la URSS para echarle una mano y… comenzó una guerra que duró poco más de 10 años (1979-1989 de manera oficial, aunque se extendió hasta 1992), en la que también intervinieron Estados Unidos y la comunidad árabe para ayudar a los rebeldes.
Al final, pese a que los grupos socialistas permanecieron en el poder —mediante el Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA)— para la URSS está intervención significó un fracaso y tuvo que salir del país.
Ya en 1992 los muyahidines —un grupo islámico rebelde contrario al PDPA— tomaron el control de Afganistán. Aunque, más tarde (en 1996) llegarían los talibanes, un grupo paramilitar fundamentalista.
La guerra de Estados Unidos
Este capítulo de la historia todos y todas lo conocemos: el 11 de septiembre de 2001 la red terrorista Al Qaeda secuestró un par de aviones para estrellarlos contra varios objetivos, entre ellos, las Torres Gemelas de Nueva York.
Tras los atentados, Estados Unidos le declaró la guerra a Al Qaeda e invadió Afganistán, porque el gobierno talibán le daba protección al grupo terrorista.
Ese mismo año los talibanes fueron desplazados ante otra intervención extranjera —esta vez de Estados Unidos y las tropas aliadas de la OTAN, que tenían como objetivo dar con Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, y otros.
10 años después de la guerra, las unidades de élite abatieron a Osama y aunque eso parecía ser el fin de la intervención, esta situación se prolongó… otros 10 años.
Y pese a 20 años de intervención, Estados Unidos no logró estabilizar la vida política y social en Afganistán.
(Como paréntesis, este proceso fue tan desgastante que la OTAN prefirió retirar sus tropas, mientras Barack Obama declaraba el fin de la misión, aunque siguió enviando más soldados a este país).
La guerra y los conflictos siguieron.
La salida de las tropas estadunidenses
En 2020 se firmaron los Diálogos de Paz entre talibanes y Estados Unidos. En ese entones Donald Trump prometió que sus tropas saldrían de territorio afgano, siempre y cuando los talibanes no le dieran oportunidad a grupos terroristas de operar en las zonas bajo su control.
Luego, llegó Joe Biden —el cuarto presidente de Estados Unidos en esta intervención— y prometió que las tropas saldrían, como fecha límite, este 31 de agosto.
Sin embargo, esta noticia provocó el asedio de los talibanes contra el gobierno de Ashraf Ghani Ahmadzai —y decenas de civiles que ayudaron a los extranjeros en la ocupación.
¿Qué sigue?
Para Estados Unidos terminó la guerra —al igual que la URSS, se fue con las manos vacías, sin poder hablar de un triunfo en 20 años de guerra. Pero, la situación no es la misma para Afganistán.
La guerra civil sigue, a pesar de un saldo de 50 mil civiles fallecidos durante 20 años de intervención militar extranjera.
En la actualidad los talibanes avanzan hacia las provincias de Kandahar, Helmand y Herat, mientras que Ashraf Ghani Ahmadzai acusa a Estados Unidos por la desestabilización del país —que, probablemente, termine en otro ciclo de violencia.