Los ataques cerca del Aeropuerto de Kabul, Afganistán, Hamid Karzai dejaron un saldo de más de cien personas heridas y más de 70 personas fallecieron —entre ellas niños, mujeres y soldados de Estados Unidos en medio de las evacuaciones hechas a contrarreloj. Este atentado fue reivindicado por el grupo terrorista ISIS y de manera específica por su brazo ISIS-K o EI-K.
Días antes de los atentados del 26 de agosto —que alcanzaron también las inmediaciones del Hotel Baron—, el presidente de Estados Unidos Joe Biden ya había advertido sobre un posible atentado en el Aeropuerto de Kabul y pidió a las Fuerzas Armadas apresurarse en las evacuaciones.
La sombra de los grupos terroristas no es nueva y a pesar de la información que compartió Joe Biden, lo cierto es que desde julio de este 2021 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas alertó sobre el riesgo de que grupos terroristas como ISIS o cercanos a Al Qaeda volvieran a operar con intensidad en Afganistán —y aquí la respuesta de ISIS-K.
ISIS-K: Lo que se sabe del brazo terrorista que opera en Afganistán
Fue el mismo Joe Biden quien identificó la amenaza: ISIS-K, un brazo operativo de ISIS y considerado como uno de los grupos todavía más extremos de esta organización terrorista.
De acuerdo con la BBC, ISIS-K fue fundado en 2015 en contexto de la fuerza que tomó ISIS en países como Siria e Irak, pero actualmente ha puesto sus operaciones en Afganistán —país que está bajo el poder del Talibán, tras la intervención de Estados Unidos y aliados durante 20 años.
Una de las paradojas de todos los movimientos registrados en Afganistán ha sido precisamente que ISIS-K es considerado enemigo del Talibán.
(Paréntesis)
Aquí va un breve o no tan breve paréntesis: el Talibán llegó al poder en 1996, siendo un grupo político, paramilitar y fundamentalista que tomó la estafeta tras la salida de los muyahidines, otro grupo fundamentalista que hizo la guerra contra gobierno socialista de Afganistán, presidido por Babrak Karmal.
El gobierno de Karmal arrancó en 1979, luego de una guerra civil que tiró la monarquía afgana y estableció una república, a la que los muyahidines se oponían.
Babrak Karmal representó la alternativa socialista para Afganistán, pero al ver la oposición de los muyahidines y otros grupos recibió el apoyo militar de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) e inició una intervención que oficialmente duró de 1979-1989, aunque se extendió hasta 1992.
La intervención de la URSS fue todavía en contexto de la Guerra Fría y justo en este escenario entró Estados Unidos, que con una operación encubierta comenzó a apoyar a los grupos de muyahidines y fundamentalistas contrarios al gobierno socialista.
Y se sabe que desde Pakistán emergió esta ola de la que el multimillonario y fundador del grupo terrorista Al Qaeda Osama bin Laden formó parte.
El gobierno socialista —o el Partido Democrático Popular de Afganistán— cayó, la URSS salió de este país árabe y en 1992 los muyahidines tomaron el control.
En 1996 lo haría el Talibán hasta la intervención de Estados Unidos en 2001 —que llegó a Afganistán en busca de Osama bin Laden y los líderes de Al Qaeda, asilados por los talibanes y orquestadores de diversos atentados terroristas, entre ellos el atentado en las Torres Gemelas en Nueva York.
Durante cinco años, el gobierno del Talibán fue temido por su política y códigos que violentaban los derechos humanos de la ciudadanía, en especial de niñas, adolescentes y mujeres que no tenían derecho a la educación, por ejemplo.
Grupos terroristas
Regresando a 2021, ISIS-K es considerado como enemigo del Talibán. ¿La razón? De acuerdo con el New York Times, este grupo fue fundado por talibanes de Pakistán y está integrado por desertores del Talibán que claman por acciones mucho más fuertes o contundentes contra las intervenciones en Afganistán.
A ISIS-K se le atribuyen atentados contra escuelas y hospitales. Y sobre lo que pasó en el Aeropuerto de Kabul, ahí está la reivindicación —dada a conocer por agencias internacionales como la AFP— hasta el momento.
Además, en contexto de las evacuaciones, este brazo de ISIS —que opera en Nangarhar, justo en el paso migratorio hacia Pakistán y la ruta de la droga— ha acusado al Talibán de colaborar con Estados Unidos.
A pesar de estas “diferencias”, ISIS-K igual está relacionado con el Talibán mediante otro grupo terrorista. Se trata de la red Haqqani, que mantiene puentes tanto con ISIS como con los talibanes.
Y mientras avanza el tiempo, las cosas se tornan aún más complejas en Afganistán, con Estados Unidos prometiendo que hará pagar a ISIS-K del atentado del 26 de agosto, Turquía acercándose al Talibán o la urgencia de cientos de personas de salir del país ante el temor de la política represiva del Talibán.
“Los vamos a cazar y los haremos pagar”: Biden sobre ataques en Kabul
**Con información de la BBC, The New York Times y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.