En 2018 el SAT (Servicio de Administración Tributaria) firmó un convenio con la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) para que se hiciera cargo de 22 de las 44 aduanas que hay en el país. Dos años después, tanto la Sedena como la Semar (Secretaría de Marina) tomarán el control de todas las aduanas con el objetivo de evitar el tráfico de droga.
Esto lo anunció AMLO en la conferencia mañanera de este 17 de julio, desde Manzanillo, Colima, donde justificó la operación de las Fuerzas Armadas en las aduanas mexicanas.
“Hemos tomado la decisión, acabo de darlo de conocer al Gabinete de Seguridad, de que las aduanas terrestres y marítimas van a estar a cargo de elementos de la Secretaría de la Defensa y de la Secretaría de Marina”, informó @lopezobrador_. pic.twitter.com/xhuqrX6uyM
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) July 17, 2020
“Para que haya seguridad y se evite la introducción de drogas, he dado esa instrucción el día de hoy al secretario de Seguridad Pública, al secretario de la Defensa, al secretario de la Marina, lo voy a notificar formalmente al secretario de Comunicaciones y Transportes…”, fueron las palabras del presidente.
Las fuerzas armadas en las aduanas
De acuerdo con AMLO, en México existe un mal manejo en las aduanas —corrupción y hasta la introducción de droga en los puertos.
Se supone que para corregir el camino, las Fuerzas Armadas entrarán a tirar paro —o al menos, ese el plan de Obrador:
“Hemos tomado esa decisión por el mal manejo del puerto, por el mal manejo, la mala administración de puertos, la corrupción, el contrabando, la introducción de droga al territorio nacional por estos puertos. Hemos tomado esta decisión que estoy dando a conocer al pueblo de México desde Manzanillo”.
El control de las aduanas por parte de las Fuerzas Armadas no es algo que haya tomado por sorpresa al SAT o al Gabinete de Seguridad. En 2018, el Servicio de Administración Tributaria abrió sus puertas para que personal militar —jefes y oficiales— en situación de retiro ocuparan cargos de administradores y subadministradores aduanales.
El objetivo era el mismo: bajar los niveles de corrupción en las aduanas, evitar la incidencia de la delincuencia organizada y cualquier otra falla administrativa.
De esta manera, la Sedena y Semar sumaron una nueva tarea a su agenda —además de colaborar con la Guardia Nacional, en lo que esta toma vuelo.
Sin embargo, estas decisiones han sido cuestionadas por organismos civiles, pues han señalado el riesgo que implica dejar las tareas civiles en manos de las Fuerzas Armadas. De acuerdo con las ONG, las Fuerzas Armadas podrían incurrir en omisiones o abuso de autoridad si NO existe una dependencia externa que supervise su actividad.