Seguro estaban intrigados por saber quién se puede dar el lujo de echarse 30 mil pesitos en una tarde de apuestas en los caballos ¿Cuáles fueron sus opciones: un actor, un atleta, un miembro de sopitas.com? Nada de eso: es don Arturo.
Bueno, quizá el nombre no les diga mucho, pero basta con que digamos que se trata del chofer del líder del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps… y entonces si el “chof” se da esos lujitos habrá que imaginar los del patrón.
De acuerdo a la información difundida por Reforma, cuando el empleado visita el Hipódromo de las Américas tiene la bonita y presumida costumbre de sacar fajos de billetes de 500 y mil pesos… aparte de impresionar, hace lo anterior para jugar en competencias simultaneas en el mencionado hipódromo y en hipódromos del gabacho.
De acuerdo con empleados del Hipódromo de las Américas, don Arturo, es un buen cliente del lugar, nada atascado: “Es buen apostador. Apuesta fuerte: de a mil o 2 mil pesos por carrera”, aseveró un cajero de las ventanillas ubicadas al interior del restaurante 1943, dentro del Óvalo de Lomas de Sotelo, a donde suele acudir.
Como buen conocedor, llega al lugar de apuestas y toma su asiento en las llamadas “periqueras”, para -después de analizar la gama de posibilidades que le ofrecen los equinos en competencia- armar sus trifectas (acertar los primeros tres caballos que llegan a la meta) y superfectas (primeros cuatro).
Las personas que ofrecieron información respecto al empleado de Deschamps no dijeron si gana o no… esperemos que sí, ya que hasta eso es espléndido el señor de aproximadamente 60 años: “Si gana una apuesta da propinas de 500 o 600 pesos, a veces hasta de mil pesos si la ganancia para él es buena, eso es lo que tiene”.