La explosión provocada por una fuga en una pipa de la empresa Gas Express Nieto, además de dañar el 70% del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, también es la causante de daños en por lo menos 200 viviendas localizadas en los alrededores del incidente.
Así lo dieron a conocer las autoridades delegacionales, quienes detallaron que los hogares afectados por la explosión del pasado jueves se encuentran localizados en un radio de un kilómetro a la redonda del punto en que se dio el incidente. Para la reparación de los daños la Secretaría de Desarrollo Social destinó 100 mil pesos y se prevé que la delegación Cuajimalpa aporte 150 mil más.
Aunque la mayoría de los hogares dañados sólo presentan afectaciones en vidrios de puertas y ventanas y su reparación corre a cargo de la Sedesol, dos viviendas tienen afectaciones en su estructura. Una de ellas colinda con el nosocomio y la otra casa más afectada se localiza a 60 metros de distancia. En ambos casos la Secretaría de Gobernación ofreció a los dueños el pago de un hotel en lo que queda definida la situación de su vivienda.
Las autoridades en Cuajimalpa, así como personal de Protección Civil verifican si no hay daño en inmuebles de uso público, por suerte: “no hay afectaciones en la secundaria 211, que se mantendrá cerrada hasta nuevo aviso de sus autoridades, y el jardín de niños Líbano, colindante con el hospital, y se espera el peritaje del mercado Contadero”.
“No hemos podido sacar nada y no sabemos si también se perdió, pues es nuestro patrimonio”, comentó una de las locatarias del mercado.
En este último inmueble se determinará la viabilidad de su reconstrucción o demolición, así como de qué forma se indemnizará a los locatarios. Según información de La Jornada, nuevamente estas estimaciones corren a cargo de la dependencia federal: la empresa Gas Express Nieto no consta como fuente de recursos para reparación de los daños.
Además de los daños en casas e inmuebles, la explosión afectó el suministro de agua local, el cual se ha visto suspendido para realizar labores de limpieza. Trabajadores de parques y jardines colaboran con esta labor en espera de recibir un pago por parte de la empresa contratista que da servicio al gobierno del DF.
*Vía La Jornada