Donald Trump, después de andar amagando durante meses, confirmó que se terminó el acuerdo nuclear con Irán. Oficialmente, el martes 8 de mayo, el presidente de Estados Unidos tomó una de las decisiones más importantes de su mandato y —gracias a los electores gabachos—, una exestrella de reality show estuvo al frente de una negociación que podría cambiar el mundo.

El fin del acuerdo nuclear tiene muchas repercusiones. Por un lado, significa que Estados Unidos le aplicará sanciones económicas a Irán y aumentará la tensión militar de la zona. Por otro, los gringos rompieron las relaciones con los aliados europeos —Alemania, Francia y Reino Unido— que se oponían al fin del acuerdo.

Tras la salida de Estados Unidos, la cosa se calentó. El fin del acuerdo envalentonó a toda la región para armarse hasta los dientes. Netanyahu anunció que está listo para entrar en un conflicto, Arabia Saudita dijo que va a iniciar sus propias armas nucleares e Irán atacó a Israel con veinte misiles lanzados desde Siria.

En resumen, la cosa no pinta bien. El difunto acuerdo con Irán tenía muchas complicaciones y uno que otro punto confuso. Entonces, para que no los agarren en curva y puedan seguir los debates sin poner cara de what; acá les contamos los puntos más importantes, quién está contra quién y si vale la pena no dormir de la preocupación.

¿De qué iba el acuerdo nuclear con Irán?

La versión rápida es que el acuerdo hacía que Irán no le entre al juego de las bombas nucleares.

En 2015, después de dos años de andarlo negociando, un grupo de países —Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania— acordaron quitar todas las sanciones monetarias que tenían a Irán en una muy mala situación económica y con pocos aliados para el comercio.

Por su parte, Irán se comprometía a alivianarse con su programa nuclear y específicamente a trabajar en tres puntos concretos:

Reducir sus centrifugadoras Zippe en más de un 60%. Estas centrifugadoras sacan el uranio enriquecido necesario para crear armas nucleares.

• Tenían que entregar el 98% de todo el uranio enriquecido que ya tenían y quedarse nomás con 300 kilogramos ‘por si las moscas’. Eso no alcanza para hacer una bomba.

• Darle acceso permanente a investigadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica para que pudieran revisar que sí andan cumpliendo lo que prometieron.

Según esto, antes del acuerdo, Irán podía hacer una bomba nuclear en tres meses. Después de organizarse, Teherán se tardaría mínimo un año y no había manera de que no los cacharan en la movida.

Y ya, eso es todo: Irán le bajaba a sus capacidades nucleares y las potencias occidentales se comprometían a no cargarles la mano económicamente. En el acuerdo no había nada de no hacer misiles de otra clase, ni tampoco había restricciones sobre su apoyo a Hezbollah, ni nada que los obligara a ser el niño mejor portado de la clase.

Entonces, ¿qué onda con Trump?

En su amplio vocabulario y sabiduría, Donald Trump dijo que este acuerdo “es el peor acuerdo en la historia”.

Alguna vez, Trump dijo que Irán estaba violando “el espíritu” del tratado. O sea, al presidente de Estados Unidos no le gustaba que Irán cumpliera el acuerdo nuclear y al mismo tiempo siguieran siendo enemigos en Siria y otros conflictos de Medio Oriente.

“Es claro para mí que no podemos prevenir una bomba nuclear iraní en la estructura actual del acuerdo”, le decía Trump a CNN.

Con riesgo de simplificarlo de más, Trump se salió porque siente que le faltan cosas al acuerdo nuclear. Si fuera por Donald, el nuevo acuerdo le prohibiría a Irán probar misiles de toda clase y tener aunque sea un gramo de uranio enriquecido. También, los obligaría a dejar de financiar grupos extremistas.

¿Qué dice Irán?

Antes de que Trump se saliera oficialmente, el presidente de Irán, Hasán Rouhani, dijo que “si Estados Unidos opta por retirarse del acuerdo nuclear (…) muy pronto tendrá un arrepentimiento histórico”.

Además, anunció que la organización atómica iraní estará “completamente preparada” por si necesitan empezar su enriquecimiento nuclear sin ninguna limitación.

De acuerdo a Vox, hay dos razones por las que Irán querría armarse hasta los dientes con armas nucleares: atacar y defender.

Irán ha recibido amenazas continuamente de Israel y Estados Unidos, y probablemente perderían una guerra con estos dos países. Sin embargo, una bomba nuclear —o la mínima posibilidad de tener una— evitaría que los atacaran sin ninguna preocupación.

La otra razón es que un arma de este calibre les daría chance de ser mucho más agresivos en la región. Según los analistas, aunque no usaran el arma nuclear, Irán podría apoyar el régimen de al-Assad en Siria o financiar a Hezbollah sin broncas.

También, una bomba así les permitiría irse sin miedo sobre Arabia Saudita o Israel, sus conocidos enemigos en la zona.

¿Cómo se están armando los cates? ¿quién contra quién?

Tanto el Reino Unido, Francia y Alemania se aventaron un ‘Trump, cámate pofavo’ pero no lograron convencer al necio presidente gabacho.

Entonces, el día del anuncio oficial de la retirada del acuerdo, sacaron un comunicado conjunto enfatizando su apoyo al tratado original y el “arrepentimiento y preocupación” que les causaba la decisión de Estados Unidos.

Rusia no se tentó el corazón y se fue a la yugular de Trump. “Una nueva confirmación de la incompetencia de Washington”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.

En Medio Oriente el acuerdo nuclear no es tan popular. Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, odiaba el acuerdo desde el día en que se firmó.

Ahora, Israel apoyó completamente a Trump en su decisión y hace unos días confirmó que está dispuesto a todo con tal de detener la avanzada iraní. “Estamos decididos a mitigar la agresión de Irán en sus primeras etapas, incluso si ello implica un conflicto”, dijo el Primer Ministro.

En Arabia Saudita también apoyaron al cien al presidente de Estados Unidos. Según CNN, ellos ya están preparando ponerle sanciones económicas a Irán y anunciaron que ellos también perseguirán el camino de las armas nucleares.

De mientras, en lo que se decide quién va contra quién las avanzadas militares ya empezaron a atacar con el lanzamiento de veinte misiles desde una base militar en Siria sobre Israel.

¿Qué va a pasar?

Económicamente, la cosa se va a poner complicada. Desde que se quitaron los castigos financieros en 2015, los negocios en Irán han crecido bastante.

Irán se convirtió en el quinto mayor productor petrolero del mundo y miles de empresas europeas y americanas invirtieron fuerte en el país del golfo pérsico. Todo eso, se acabó.

“Aquellos que estén haciendo negocios en Irán tendrán un periodo de tiempo para terminar las operaciones y quienes no lo cumplan, se arriesgan a severas consecuencias”, decía un comunicado de la Casa Blanca.

Sobre la paz, el panorama tampoco se ve muy bien. Según algunos estimados, Irán podría armar una bomba nuclear en menos de un año y todos los países de la zona ya sacaron las garras. Emmanuel Macron amenazó que terminar el acuerdo “podría significar la guerra”.

Ya contamos que los misilazos arrancaron entre Israel e Irán; Siria también anda metida en la discordia. Podemos incluir a Arabia Saudita en el problema y a los rusos, que también son de gatillo fácil. A eso súmenle que Estados Unidos es el actor más impredecible en el ámbito internacional y que los europeos no andan muy contentos. Ouch.

 

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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