¿A cuántos les gusta hacer trámites ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT)? Pensar en algunos de estos trámites es dedicarle bastante tiempo por todo el proceso que implica, pero imagínate qué tan complicado es para una persona con discapacidad, como en el caso de Daniel Robles.

Esta es la historia de Daniel Robles Haro, un joven originario de Jalisco, que vive con parálisis cerebral severa y que se enfrentó a la falta de inclusión y capacitación en las instituciones públicas.

Fue a las oficinas locales del SAT para registrarse como contribuyente y obtener su firma electrónica. Y a pesar de que finalmente lo logró, tuvo que emprender una lucha bastante interesante e inspiradora para lograr que lo reconocieran como una persona capaz de asumir responsabilidades.

Foto: Daniel Robles vía Twitter

La historia de Daniel y su victoria ante el SAT

Daniel Robles contó su historia en un hilo de Twitter y afortunadamente Sopitas.com pudo platicar con él a distancia para que nos contara cómo fue esta experiencia, misma que terminó incidiendo para bien en las políticas públicas de inclusión.

Desde hace tiempo me preguntaba si algún día podría ser una persona productiva. Y no sólo un sujeto de asistencialismo“, escribió Daniel en su columna para la plataforma Yo También.

Daniel es un joven con parálisis cerebral severa, lo que le provoca una discapacidad motora severa, es decir, solo puede controlar el movimiento de sus ojos: no puede caminar, ni hablar. Su certificado de discapacidad, emitido por la Secretaría de Salud de Jalisco, explica claramente que su tipo de discapacidad es motora, que necesita de una silla de ruedas, que se comunica a través de un tablero especial y que requiere de un cuidador.

Foto: Daniel Robles vía Twitter

Desde hace mucho tiempo Daniel se dedica al activismo, a comunicar cómo es la vida de una persona con discapacidad y a luchar por la inclusión en todos los espacios.

Hace poquito le ofrecieron su primer trabajo como columnista y, como a todos los colaboradores, la empresa le solicitó darse de alta en el SAT para que pudiera cobrar por sus servicios.

Eso me llenó de entusiasmo. Me sentí feliz de poder generar ingresos y ser una persona productiva“, explica Daniel. Es por eso que acudió a las oficinas del SAT para poder obtener su firma electrónica.

Cuando llegó a las oficinas lo trataron muy bien, fueron muy amables, lo pasaron rápido pero “se sacaron mucho de onda cuando vieron que la discapacidad era tan severa“. Tal vez porque nunca habían atendido a una persona con discapacidad no supieron cuál era la manera de resolver la situación.

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Como sabemos para poder tramitar tu firma electrónica hay que firmar, algo que Daniel no puede hacer por sí mismo. 

Ahí empezó todo. El coordinador de la sucursal no se podía saltar ese paso. Y sólo cumplió con las normas vigentes, las cuales no contemplan qué hacer en casos como el mío. Y me sugirió conseguir un dictamen médico que acreditar a mi capacidad para ejercer esa responsabilidad. O, como se le hace más fácil a todo el mundo: que alguien firme y cobre por mí ¿Para qué complicarse? Pero eso, para mí, es inaceptable“, nos cuenta.

Literalmente le dieron dos opciones: que su mamá cumpliera el papel de tutora y firmada por Daniel o que consiguiera un certificado médico que demostrara su capacidad para asumir la responsabilidad. Pero ¿por qué? ¿por qué no hacer cambios en los procesos para incluir a todos? ¿por qué Daniel debe demostrar su capacidad si su certificado explica claramente que su discapacidad es motora?

Y ahí comenzó la lucha. Después de que Daniel Robles publicara su experiencia en redes sociales fue contactado por muchos medios y organizaciones, la historia se contó en muchos espacios y, finalmente, Daniel obtuvo su firma electrónica.

“Mi discapacidad no me define como persona”

Creo que no me conocen. Mi discapacidad no me define como persona ¿Ellos (el SAT) podrían saber a simple vista si un hombre que llega con su apariencia de empresario solvente y buena actitud será un contribuyente responsable? ¿O un indígena? ¿O un anciano? Yo creo que cualquier persona, independientemente de su apariencia, sexo, capacidad económica, o cualquier otro factor que se me olvide en éste momento, puede ser un contribuyente responsable o un defraudador fiscal ¿Para qué nos hacemos patos?

Daniel Robles explica, por ejemplo, que el trámite para obtener su credencial de elector del INE fue más sencillo pero también tuvo sus complicaciones físicas ¿por qué? Pues por el mismo hecho de firmar, estirar el brazo o poner los dedos derechitos e inmóviles para capturar las huellas digitales. 

El ahora columnista y activista cree que deberían inventar aparatos portátiles como las pistolas de temperatura que capturen las huellas y los iris. Pone como ejemplo una persona con Parkinson ¿de qué manera le tomarías la foto sin que se mueva? 

“Es necesario que nos inviten a nosotros a sus mesas de trabajo para que se hagan los ajustes necesarios”

Muy emocionado Daniel Robles nos cuenta que se contactó con él un directivo del SAT , un hombre joven y de mentalidad abierta, que se mostró dispuesto a gestionar cambios de fondo. Se trata de José Miguel Ricaño Hernández, coordinador nacional de Administraciones Desconcentradas de Servicios al Contribuyente.

Además de escucharlo, lo invitó a participar en las mesas de trabajo para realizar las adecuaciones a los reglamentos para que sean accesibles para todas las personas. 

“Por supuesto, ya tengo mi firma electrónica. La sucursal de mi área realizó los ajustes necesarios para que eso ocurriera. Y espero que marque un precedente”.

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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