Este experimento social evidenció que el usuario de transporte público capitalino no es tan pasivo como se puede pensar al momento de toparse presenciar algún caso de acoso sexual.
El ensayo presentó a una ‘mushashona’ en problemas ante tipos que se le acercaban pecaminosamente a bordo del metro, y no precisamente para ‘pedirle la hora’.
Las reacciones de los otros usuarios no se hicieron esperar, algunos cedieron el lugar a la damisela en conflicto, otros la protegieron con sus cuerpos para alejarla de los calenturientos e incluso hubo quien reto físicamente a los agresores.
En la Ciudad de México, transitan diariamente más de 15.7 millones de personas y más de la mitad son mujeres usuarias de los servicios y equipamientos urbanos. El metro es el servicio de transporte que representa mayor riesgo para ellas, de acuerdo al Instituto de las Mujeres de la CDMX.
Abuso sexual son aquellas acciones en que una persona es tocada sin su consentimiento en genitales, glúteos, senos, pubis, obligada a observar algún acto sexual o a realizar una acción de esta naturaleza sin su consentimiento.
Afortunadamente, cada vez son menos las ‘mujeres indefensas’ y son más las que defienden su integridad enfrentando el acoso. Si no, vean cómo le fue a este dude por querer ‘pasarse de lanza’.