Cuando entré a la universidad (hace algunos ayeres) conocí a un buen amigo que tenía un apellido tan largo que parecía que el profesor estaba pasando lista a todo el salón. En ese momento creí no conocer a nadie con un apellido con tantas letras.
Pero hoy me retracto.
Ésta es una de las máximas curiosidades que el mundo de los nombre nos da, en pleno Siglo XXI. Fíjense que en Hawái, el Departamento de Transporte del Estado tuvo que hacer una exepción al formato de sus licencias de conducir pues en las oficinas se apareció una mujer con un apellido de… ¡35 letras! y una okina, que es una marca en el alfabeto hawaiiano.
Tal como lo leen. Janice Keihanaikukauakahihuliheekahaunaele (para los compas “Lokelani”) llegó a pedir su licencia para ya poder andar de vaga por la ciudad pero su apellido no cabía en el formato. Por lo que, gracias a ella, las nuevas identificaciones permitirán 40 caracteres para apellidos, 40 por primer nombre y 35 para los segundos nombres.
Las licencias de conducir y tarjetas de identificación en Hawái antes tenían espacio para nombres de hasta 35 caracteres; sin embargo, gracias a los papás de Janice, todo eso cambió.
Los retamos a que lo pronuncien BIEN sin que se equivoquen…
