Abu Dabi, uno de los principales productores de petróleo en el mundo, ha presentado una “granja solar” que se extiende por más de 2.5 kilómetros cuadrados de desierto y produce aproximadamente cien megawatts de energía capaz de dar luz a 20,000 hogares en esta región.
¿Quién creería que una región cuya mayor entrada de dinero es el petróleo, le interesaría desarrollar tecnologías limpias? Abu Dabi, una ciudad de Emiratos Árabes Unidos que se ha encargado de convertirse en una capital de una tecnología capaz de eliminar más de 175,000 toneladas de nocivo CO2 mientras aprovecha sus grandes extensiones de yermo desierto para producir energía verde.
Este complejo solar concentra 258,000 espejos montados en 788 “rieles” que recolectan la energía del fiero sol de la región a través de sus más de dos kilómetros y medio cuadrados de extensión. El proyecto fue bautizado “Shams 1” y tuvo un costo de 7, 475 millones de pesos.
Cada uno de estos paneles solares recolecta energía solar y la convierte en vapor de aceite que se utiliza para mover una turbina que genera electricidad suficiente para iluminar gran parte de una ciudad. Por otro lado, dicho sistema también utiliza un innovador método de enfriamiento que ahorra agua (elemento que escasea en el desierto de Medio Oriente).
En palabras de Santiago Seage, CEO de la compañía responsable de este proyecto, “el Medio Oriente presenta un gran potencial para convertirse en el líder mundial de energía renovable e industrias sustentables.“
También se espera que otras granjas solares similares se construyan en ésta y en otras regiones del planeta donde se puedan aprovechar largos periodos de sol.
La amenaza de una crisis energética ha impulsado proyectos como el “Shams 1” para producir electricidad de manera independiente de los combustibles fósiles y el carbón. Y México, ¿para cuándo?
Aquí el equipo del proyecto “Shams 1”, uno de los más importantes de la industria verde.
