La pandemia de COVID-19 ha afectado en gran medida a la educación. Miles de niños y jóvenes en el mundo tuvieron que cambiar los salones de clases por una computadora, un celular o una televisión desde casa. En este contexto, padres de familia de todo México se unieron en un movimiento para empujar el regreso de las clases presenciales con todas las medidas de seguridad para los estudiantes.
El pasado 20 de marzo el movimiento #AbreMiEscuela hizo un llamado a la sociedad civil para hacer instalaciones artísticas en varias ciudades. En estas actividades padres de familia y niños donaron útiles escolares y libros, además de que entregaron cartas y dibujos donde solicitan apoyo de las autoridades.
El movimiento se hizo en Ciudad de México, San Luis Potosí, Cancún, Querétaro, León, Monterrey y Chihuahua.
¿Qué es lo que busca #AbreMiEscuela?
Este movimiento de padres de familia está convenido de que el regreso a clases presenciales puede ser seguro para niños y maestros con los protocolos adecuados. Además buscan sumar esfuerzos con escuelas y autoridades para que en los próximos meses se abran las aulas de forma segura y voluntaria.
El objetivo de #AbreMiEscuela, #PresencialEsEsencial y #VozdeNiño es poner como prioridad a los niños, niñas y adolescentes de México.
Hasta el 15 de marzo el movimiento tenía representación en los 31 estados, 4 asociaciones de escuelas, más de 520 escuelas con más de 170 mil alumnos y 31 empleados.
Además de más de 4 mil 50 padres y madres de familia, maestros y ciudadanos preocupados.
Este movimiento está preocupado por los niveles de deserción escolar, el porcentaje de población vulnerable que no cuenta con una computadora para tomar clases, la reducción del tiempo de aprendizaje efectivo, el daño a la vista de los niños por un incremento en la exposición a pantallas, el aumento de rasgos de violencia contra niños por el confinamiento, etc.
Solicitan que los gobiernos estatales puedan trabajar a través de las Secretarías de Salud y Educación para establecer protocolos estrictos con las medidas necesarias que permitan la reapertura de escuelas públicas y privadas que así lo soliciten.
Además de que cada padre de familia tomaría la decisión de enviar o no a sus hijos a la escuela.
2.3 millones de estudiantes no se inscribieron a la escuela por pandemia COVID en México
