Sabemos que la Iglesia Católica se opone al aborto —la iglesia mexicana también sigue este discurso— y en el debate han surgido distintas voces que desde sus trincheras intentan explicar los pros y los contras de la interrupción del embarazo. Sin embargo, para explicar su punto de vista, un representante de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) tuvo que comparar —desde la “moral”— el aborto y el abuso sexual infantil. ¿Cómo? De acuerdo con Carlos Garfias Merlos, sacerdote y vicepresidente de la CEM, “moralmente hablando” el aborto es más grave que los abusos en contra de menores de edad.
En conferencia de prensa, el sacerdote explicó las medidas que el papa Francisco explicó para prevenir y combatir los abusos sexuales de jerarcas o integrantes de la iglesia en contra de niños, niñas y personas vulnerables —que se supone comenzarán a operar el próximo 1 de junio. Y fue aquí donde el arzobispo comenzó con la comparación.
Aborto y abuso
Según la perspectiva del arzobispo en el abuso pueden haber factores que disminuyen el impacto de este delito. El abuso “puede tener muchas formas que van disminuyendo la gravedad del delito”. En contraparte, el aborto es otra cosa pues implica “matar a un inocente”.
“Se habla de la gravedad en relación al aborto por las condiciones, de hecho la misma Iglesia tiene la pena de que no lo pueda absolver cualquier sacerdote, tiene que ser con una delegación especial, por la gravedad del delito“, explicó Garfias el proceso para poder ser perdonado o perdonada por la interrupción de un embarazo.
Carlos Garfias Merlos de la @IglesiaMexico señaló que el #Aborto no puede ser absuelto por cualquier sacerdote, debido a la gravedad del delito.
https://t.co/hNDbdzoFnW— La Jornada (@lajornadaonline) 13 de mayo de 2019
¿Y luego? Como mencionamos, en contexto de las reglas que el papa Francisco dio a conocer para que desde la iglesia se prevengan los abusos, en la carta apostólica “Vos estis lux mundi”; el sacerdote mexicano informó que todos los religiosos y religiosas tendrán que informar a las autoridades “eclesiásticas” acerca de los abusos de lo que tengan conocimiento.
Además, ya se establecieron los plazos para llevar a cabo las investigaciones dentro de la iglesia y la apertura para la colaboración profesional de expertos que no sean religiosos —es decir, expertos o expertas civiles.
Aunque estas medidas intentan prevenir y dar una respuesta a las víctimas de pederastia u otros abusos, el tema de la justicia continúa pendientes en cientos de casos —como se ha expuesto a nivel mundial. En México, por ejemplo, recién se reveló una denuncia en contra de un integrante de Los Legionarios de Cristo, Fernando Martínez Suárez, acusado de abuso en contra de una menor de edad en la década de los 90. La menor de edad, ahora una joven conductora de radio y televisión, Ana Lucía Salazar, busca que otras víctimas sumen su voz para que esta denuncia no se quede en la omisión y el olvido.
Esta es la historia detrás de la denuncia por abuso sexual en contra de Fernando Martínez Suárez, integrante de los Legionarios de Cristo https://t.co/0hfxiWL67k
— Sopitas (@sopitas) 9 de mayo de 2019
Y mientras eso sucede, la Iglesia también entra al debate de la interrupción del embarazo en nuestro país.
**Foto de portada: Cuartoscuro.