No hay nada mejor para olvidarse del ajetreo dominguero que enternecerse con la historia de un potrito y su inusitado amor por un osito de peluche. Esto en el Parque Nacional de Dartmoor, Inglaterra.
Este es Breeze, un pequeño potro que quedó huérfano a las pocas horas de haber nacido, y que fue encontrado a las afueras de las instalaciones del parque nacional inglés. Una vez que las autoridades del parque lo encontraron, le regalaron un oso gigante de peluche para hacerle compañía, y desde entonces, Breeze no se ha separado de su suave amigo.
Según las personas encargadas del cuidado de los animales del lugar, es costumbre regalar un oso afelpado a los animales huérfanos que llegan; sin embargo, a pesar de la buena compañía y cuidados, los animales resienten el no tener madre.
Es por eso que se ha buscado a una yegua que adopte al pequeño Breeze. Todo un Remi equino.