Si algo ha hecho llorar sangre al niño Dios esta semana ha sido la manera en que la Secretaría de Economía dividió las clases sociales que existen en nuestro país, y sí, en cuanto las lean también van a llorar.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, en México existen 6 clases sociales que están determinadas con base en sus «funciones, costumbres situación económica y de poder», aunque (como indica Forbes) al decirnos esto, no cita ni datos ni estadísticas de ningún instituto u organismo que respalde su definición.
En este mundo material, somos unos chicos materiales, o eso es lo que predicó Madonna en los ochenta y parece que si alguien aprendió muy bien de ella, fue nuestra Secretaria de Economía. Por eso que nos dice que la mexicana es:
«Una sociedad compleja donde la riqueza determina el estatus»
«las posesiones se convierten en un indicador de valor y riqueza»
Además, cada clase social:
«tiene miembros que buscan alcanzar un status superior en virtud de sus posesiones»
No es una broma, la Secretaria dijo lo anterior en el Programa Nacional de Protección a los Derechos del Consumidor (publicada el 8 de mayo en el Diario Oficial de la Federación).
¿Y, según la SE, a qué clase social pertenezco?
Pues ya que la secretaría estableció su horizonte (las posesiones dan status y ¿valor?) es hora de ver dónde nos ubicamos (no vaya siendo que no sepamos cuál es nuestro lugar).
La base de la pirámide económica es la Clase Baja, en la cual se ubica el 35 % de nuestra población (son casi 40 millones de mexicanos. Casi nada ¿verdad?).
La clase baja-baja (por que hasta en clases bajas hay distinciones) está constituida por trabajadores temporales, inmigrantes, comerciantes informales, desempleados y los que viven de la asistencia social. Pero está población, que es la que menos ingresos percibe, es la más numerosa.
Luego está la clase baja-alta, esta es, para la SE, la «fuerza física de la sociedad». Se ganaron este lindo mote gracias a que realizan arduos trabajos por un salario ligeramente superior al mínimo. Son el 25 % de la población (29 millones) y está conformada por obreros y campesinos.
Y luego seguimos subiendo por el cuerpo de Brahma (¡ah, no espera, estas no son castas indias! ¿o sí?) y llegamos a la clase media-baja. ¿Quienes están ahí? bueno, los oficinistas, los técnicos, supervisores y artesanos calificados. Y ¿por qué están donde están? Sus ingresos no son muy altos, pero son estables. Son 23 millones de mexicanos, el 20 % de la población.
La clase «Media-alta» engloba al 14 % de la población (16 millones de mexicanos) e incluye a los hombres de negocios, y a los profesionales que «han triunfado»…. un momento ¿qué?, ¿los profesionales que han triunfado?, ¿en serio, este tipo de ingresos son lo único que podría definir el «triunfo profesional»? y en todo caso, «¿qué tipo de precisión científica es esa?»
(Suponemos que con triunfo se refieren a esto ¬¬)
En la punta de la pirámide está la clase «Alta-Baja», en donde están las familias «que son ricas de pocas generaciones atrás». Son el 5 % de la población (5.6 millones de personas).
Y por último, la clase «Alta-alta», en donde se ubican «las familias ricas que durante varias generaciones han sido prominentes». Según nuestra querida SE «la fortuna de estas familias es tan añeja que se ha olvidado cuándo y cómo la obtuvieron». Son el 1 % de la población nacional (1.1 millones de mexicanos). ¡Se dan cuenta de que Slim, según esto, no sería clase alta-alta sino clase alta-baja? ¿wtf?
¿Es una buena división?
Fuera de la depresión generalizada, pues si sumamos los tres estratos más bajos se junta el 80 % de la población nacional (así es, solo 2 de cada 10 mexicanos pueden decir que viven sin carencias económicas). La división es… ¿extraña? Y es que no considera elementos como los salarios mínimos que se ganan, más bien utiliza elementos como «ignorar la procedencia de la fortuna familiar» o sí uno considera tener «éxito profesional» (sea lo que eso signifique).
Si uno intenta ubicar su posición parece que, más que estar viendo su situación está resolviendo un test de revista para adolescentes. Uno muy malo, por cierto.
Al final parece una división hecha al estilo de esa enciclopedia china borgiana que divide a los animales según criterios como:
- pertenecientes al Emperador
- embalsamados
- amaestrados
- lechones
- sirenas
- fabulosos
- perros sueltos
- incluidos en esta clasificación
- que se agitan como locos
- innumerables
- dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello
- que acaban de romper el jarrón
- que de lejos parecen moscas
Al final la mayor parte de la población (según la loca división de la SE) no tiene estabilidad laboral, económica, ni seguridad alimentaria ¿está esto bien?
El Inegi también te dice tu clase
El Inegi hace poco dijo que el país podría estar en medio de una crisis económica, pero luego luego salieron el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el presidente Peña Nieto para decir que no era cierto, que habían leído mal los datos y que estamos, prácticamente, en una bonanza feliz y especial.
Pues bueno, el Inegi también tiene su propio estudio sobre el ingreso de los mexicanos, y en junio pasado nos entregaron sus análisis, los cuales lanzaron que el 42.4 % de los hogares del país, son de clase media.
Por otro lado, el 2.5 % de los hogares son de clase alta, mientras que el 55.1 % de los hogares son de clase baja.
¿Cómo es un hogar de clase media según el Inegi?
- Hay una computadora.
- Gasta 4 380 pesos trimestrales en alimentos y bebidas fuera del hogar.
- Abona cerca de 1 660 pesos a sus tarjetas de crédito.
- Por lo menos uno de los integrantes tiene un contrato escrito y labora en una empresa con razón social del sector privado.
- La cabeza del hogar tiene, por lo menos, educación media superior y está casado (¿?).
- Los hijos asisten a escuelas públicas.
En fin, cualquiera puede poner peros a esta definición (o estar de acuerdo) pero, es un poco más descriptiva que la de la SE ¿no?