La semana pasada les contamos sobre el Festival del Lichi y la Carne de Perro, una tradición china que se realiza en Yulin, en la provincia de Guangxi, en el suroeste de China, para celebrar la llegada del solsticio de verano, y donde anualmente son sacrificados unos 10 mil perros nomás para comérselos.
A pesar de las muchas voces en contra que se levantaron este año para impedir su celebración y que en redes sociales fueron difundidos por medio del hashtag #STOPYULIN2015, el día de ayer se llevó a cabo esta celebración, en esa ciudad que cuenta con unos 600,000 habitantes.
De dónde viene esta “tradición”
Aunque la tradición de comer carne de perro se remonta cuatrocientos o quinientos años en China, Corea del Sur y otros países asiáticos, en realidad, este festival no es algo tan añejo o arraigado en los Chinos, pues comenzó en 1995, cuando los locales de una calle de restaurantes muy famosa en Yulin colocaron carteles que anunciaban:
“Bienvenidos al festival de comida de perro”.
Esta “ocurrencia” hizo que año tras año este festival fuera cobrando fuerza. El éxito total llegó para el 2009, cuando un plato de carne de perro fue el vencedor en un Festival Gastronómico de la ciudad. No obstante, la falta de normas y una regulación adecuada, hace que la mayoría del comercio de la carne de perro sea cruel e ilegal.
No es de extrañar que muchos de estos animales hayan sido robados de sus hogares, o bien, sean perros callejeros enfermos y/o tratados bajo pésimas condiciones de higiene, poniendo así en riesgo la salud pública de la población.
En el 2011 otro Festival de Carne de Perro fue prohibido en Jinhua Hutou, China.
Las voces en contra
Muchos activistas se manifestaron con pancartas o enviaron mensajes a los dueños de los locales donde se cocinan a los perros, para protestar en contra del consumo y sacrificio de estos animales. Otros han pagado unas fuertes cantidades de dinero para salvar a varios de ellos, como la a activista Yang Xiaoyun, de 65 años, quien recorrió los 2,000 kilómetros de distancia que separan a su natal Tianjin de Yulin. Ella pagó cerca de 7 mil yuanes (aproximadamente 989 euros o 1,127 dólares) para salvar a un centenar de perros que iban a ser sacrificados durante el festival.
Lo anterior demuestra que el descontento por esta celebración no sólo es a nivel internacional, sino dentro del país asiático. Y es que en China hay unos 30 millones de hogares donde tienen como mascota a uno o más perros, lo que sin duda ha sensibilizado a la población sobre este tema.
En Sina Weibo, la red social de moda en China (similar a Twitter), realizó una consulta entre 4,606 usuarios, de los cuales un 87.9% se mostró a favor de que en Pekín promulguen alguna ley para prohibir el abuso contra los animales.
Tanto ha sido el alboroto que Chen Taotao, subdirector de la Administración de Alimentos y Medicinas de Yulin, debió aclarar de manera pública que el gobierno al que pertenece no apoya al festival, y lo calificó como…
“… sólo una reunión de vecinos de la zona por el solsticio de verano”.
Otros funcionarios de la ciudad, han decidido marcar distancia. La oficina de prensa de la ciudad posteó en Weibo que…
“Algunos residentes de Yulin tienen la costumbre de reunirse para comer lichis y carne de perro durante el solsticio de verano. El Festival del Lichi y la Carne de Perro es un término comercial, la ciudad nunca ha organizado un ‘festival de carne de perro'”.
Los problemas éticos
Sin embargo, este tema tan polémico plantea un debate ético, pues varios partidarios de la celebración no encuentran ninguna diferencia entre consumir carne de perro, con la de otros animales como el cerdo o la res. En su opinión, ellos son libres de disfrutar de esta tradición sin ningún tipo de remordimiento.
¿Qué tan válido es el argumento anterior?
Muchos dicen que la diferencia entre los perros que son sacrificados en este festival, y los otros animales dedicados al consumo humano, es la forma de morir. De hecho, si buscan en internet encontrarán imágenes muy crueles (nosotros preferimos no publicarlas) sobre la forma en la que son tratados y asesinados los perros que usan en muchos de los restaurantes y establecimientos que participan en la celebración.
Aunque también es cierto que en los rastros de muchas partes del mundo no siempre se le da una muerte digna a los animales. ¿En qué momento se rebasa la línea de la crueldad? Dar con estas respuestas es complejo y puede variar mucho de acuerdo a la educación y creencia de cada persona.
Por lo pronto, comer perro es legal en provincias chinas como Yunnan, Jiangxi, y Hubei.
¿Qué hacer?
Por lo pronto en Change.org hay una petición que busca prohibir dicho festival, y que ya llevan casi cuatro millones de firmas. Quizá no podamos hacer nada por los perros chinos, pero no perdamos de vista que en nuestro país existen varios refugios de animales en adopción, por lo que, si queremos tener un perro como mascota es mucho mejor adoptarlo antes que comprarlo.
Aquí algunas de ellas: