Acomódense en su asiento, respiren hondo y traigan a su mente alguna fabulosa colección de tarjetas, figuritas, estampitas o cualquier cosa que hayan tenido en su tierna infancia. ¿Ya la tienen? Bueno, ahora hagan de cuenta que van con esa colección a casa de un amiguito y, en el camino, un gandallita los apaña y despoja de tan preciado tesoro.
Luego de gimotear por tan horrorosa escena, ahora sepan que eso le paso a Bryce, un niño de 9 años de la ciudad de Cleveland… como era de esperarse, el horroroso delito fue reportado ante las autoridades, por lo que, para ver qué prevaleció, se reportaron los agentes James Grotenrath y su parejota, Ken Kirk.
El testimonio de la víctima ha de haber sido de lo más doloroso… tanto que, tras concluir su turno, Grotenrath volvió a casa de Bryce… y no para dar información de los avances en la investigación, sino para regalar su muy extensa colección de tarjetas Pokémon, en la que se incluye una tarjeta de “las difíciles”, de la que sólo hay 10 en todo el mundo.
“Crecí con Pokémon, amé Pokémon cuando era niño y me hubiera dolido que alguien me robara mis tarjetas”, justificó el policía, quien aceptó que su colección no tiene precio, pero que prefería regalarla, para así “ver a alguien sonreir”.
Disculpen, pero se me metió un Pikachu en el ojo…
Ahora sí: aunque lo anterior es un buen final, todavía falta más. El chico que robó la colección fue atrapado y, con él, se recuperó la colección de Bryce. Lamentablemente, faltaron algunas de las tarjetas, pero con las donadas por el policía, se compensa. Los oficiales aseguraron que no se presentaron cargos contra el menor delincuente, pero no se salvó de una buena reprimenda.
