Esta mujer definitivamente no sabe lo que es la vida en comunidad.
A una mujer en Florida, Estados Unidos no le agradó mucho la idea de contar con nuevos vecinos, ya que según su paranoia, la gente que vivía en la casa cercana a su hogar era “gente sospechosa”, por ello decidió ponerse en acción y resolver la situación.
Pero lejos de querer conocer a la nueva gente de su barrio, llevándoles un pastelito o de menos conversando, Ana María Moreta Folch, de 62 años, esperó a que la casa estuviera vacía, consiguió las llaves de la pequeña morada y convenció a un contratista para demolerla.
Además de los vecinos, quien resintió la actitud de la señora fue el comandante de la policía local Chuck Mulliganm, quien ya está muy viejo para lidiar con gente tan alocada: “he estado en la policía durante 27 años y en la sociedad actual se están comenzando a ver más actos como estos, que la gente podría considerar escandalosos”.
“Antes lo crímenes eran más sencillos y no tan ‘creativos’, como las cosas que se hacen hoy en día”.
Obviamente el dueño del hogar destruido denunció los hechos ante las autoridades y doña Moreta fue detenida. Ella admitió el crimen que fue cuantificado en 25 mil dólares por daños y además tendrá que enfrentar cargos por daños en propiedad ajena.