Hace 10 años hizo su aparición una de las novelas más importantes de la literatura mexicana contemporánea: Diablo Guardián, obra que catapultó a Xavier Velasco como escritor de altos vuelos, y que nos entregó a Violetta, uno de los personajes femeninos más fascinantes y complejos de la literatura latinoamericana.
¿Cuántas novelas merecen ser celebradas al paso del tiempo? No muchas. Lo cierto es que uno sólo festeja a quien le parece entrañable o querido. A quién de una u otra forma ocupa un lugar importante en nuestras vidas. En el caso de la literatura, sólo muy pocas obras literarias logran mantenerse no sólo en el gusto del público, sino en el imaginario colectivo.
Diablo Guardián no sólo fue y sigue siendo un éxito en ventas. Esta novela además ha conquistado a decenas de miles de lectores tanto en México como en el extranjero. No es para menos, cada una de las páginas que conforman este libro poseen un ritmo vertiginoso y propio de un autor que sabe su oficio y en cuya pluma, la historia de Violetta y Pig adquiere solidez y la vuelve entrañable.
Hace 10 años…
Apenas salía el sol esa mañana del 24 de febrero del 2003, cuando Xavier recibió una llamada proveniente de Madrid. Desde el otro lado del Atlántico recibió la noticia que semanas atrás esperaba escuchar: su novela Diablo Guardián había obtenido el VI Premio Alfaguara de Novela, imponiéndose a otros cuatrocientos sesenta y dos manuscritos provenientes de América Latina y España.
A partir de ese día, la vida de Xavier cambió para siempre. Autor underground casi desconocido, y habituado a trabajar en las sombras, de pronto se vio ante los reflectores que significan la consecución de un premio literario de gran envergadura. Unas semanas después, Velasco viajaría hasta España, y recibiría formalmente el premio. Diablo Guardián fue editado en los países de habla hispana.
Diablo Guardián
Aunque sólo el tiempo lo dirá, no me parece descabello afirmar que Diablo Guardián está destinada a convertirse en un clásico de la literatura nacional. Su brillante manejo del lenguaje (sobre todo el que le otorga a la protagonista), la destreza para jugar con los tiempos narrativos de acuerdo a las necesidades de la historia, y la irrupción de una heroína como Violetta, hacen que leer Diablo Guardián sea una experiencia literaria completa. Uno ríe, se conmueve, hace corajes, se enamora, y en algún punto la historia también te lacera las entrañas. Hay momentos en los que por más daño que ciertos párrafos nos causen, se vuelve imposible apartarnos de ella.
¿En qué preciso instante nos atrapa la historia de una joven de quince años, que huye a la frontera con el dinero que les robó a sus padres?
Quizá ocurre cuando por medio de un espejo se magnifican los miedos y deseos del propio lector a través de la protagonista. Diablo Guardián es la historia de una mujer encantadora, interesada, descarada y dispuesta a siempre hacer lo que se le da la gana. Una mujer que quiere escapar de todo y que tiene una enorme prisa por vivir. Quiere ganar todo para apostarlo al instante. Vive una carrera a toda velocidad y no le importa estrellarse.
Violetta, que en realidad no se llama así, es hija de una familia de clase media que sin mucho éxito aspiran al ‘American Way of Life’. Para aparentar, cada integrante de este clan se pinta el pelo de rubio y hablan en inglés la mayor parte del tiempo. Un tanto fastidiada de esta vida a la que según ella no pertenece, Violetta toma el dinero que por años sus papás llevaban robándole por medio de colectas fraudulentas a la Cruz Rojas. Con eso cruza la frontera y llega hasta Nueva York, en donde quema cien mil dólares en tiempo récord. Para seguir con el ritmo frenético de su nueva vida (ropa lujosa, joyas, drogas), Violetta se ve obligada a enganchar a hombres en los lobbies de los hoteles, y otras artimañas que con el tiempo irá perfeccionando.
Este frenético ritmo de vida terminará de una forma abrupta, cuando a su regreso a México se encuentra con su Diablo Guardián, el único capaz de jugarse todo por una historia de amor improbable, pero a la medida de cualquier pobre infeliz. En este rubro encontramos a Pig, personaje perdedor y para su desgracia enamorado de Violetta. Resignado a siempre jugar el papel de héroe desde las sombras, ese que le teme al amor pero que tiene unas terribles ganas de caer en sus garras, ese que está obsesionado con una mujer letal y peligrosa a la cual no podrá dejar nunca.
Al final, Diablo Guardián podrá ser la historia de una adolescente que huyó a Nueva York con ganas de volverse millonaria y terminó seduciendo hombres en los hoteles para estafarlos, o la historia de un corrupto como “Nefestófeles”, o la de un huérfano que le teme a los hombres lobo. ¿Qué más da si en sus páginas cabe Mario Bros, Superman, kilos enteros de cocaína, ‘The Passenger’ de Iggy Pop, un Corvette amarillo, Las Vegas y Cuernavaca? Todo dentro de esas páginas atrae como un imán al lector, pues en cada párrafo es imposible no encontrar referencias propias. Y esto último, es lo que uno busca cuando lee.
Diablo Guardián es una novela sobre apostar todo o nada. Tirar los dados con el único deseo de sentir que uno está vivo. Este juego siempre interminable de deshacernos ‘de a poquito en letras’ lo encontramos en ‘Diablo Guardián’.
Su Violetta, nuestra Violetta… 10 años después
Diez años han pasado desde que fue publicada la primera edición de Diablo Guardián. Desde entonces, Xavier Velasco ha publicado otros títulos como El Materialismo Histérico, Luna Llena en las Rocas, Éste que ves, Puedo explicarlo todo y La Edad de la Punzada, consolidándose como uno de los autores latinoamericanos más importantes. Sin embargo, Diablo Guardián sigue siendo su novela más representativa.
A pesar del tiempo transcurrido, la frescura de Diablo Guardián permanece intacta. La historia sigue atrapando a más y más lectores, e incluso próximamente saldrá al aire su adaptación como serie televisiva.
Para celebrar estos diez años de éxito, cosa ciertamente difícil en el mercado editorial, Alfaguara lanzó una edición conmemorativa de Diablo Guardián, la cual, además de una nueva portada, incluye el prólogo “La Coatlicue de Saks”, escrito por Enrique Serna, y “Mi Violetta”, un extenso texto en el que Velasco nos cuenta ‘la novela detrás de la novela’.
Durante los últimos años he tenido la oportunidad de asistir a varias presentaciones de Xavier e incluso de charlar con él en diversas ocasiones. De todos estos encuentros fui armando una especie de aproximación sobre cómo fue armado el personaje de Violetta y algunas claves detrás de la construcción de Diablo Guardián. No obstante, fue hasta leer el texto incluido en esta edición especial, cuando finalmente el rompecabezas quedó resuelto.
Pocas veces un narrador se molesta en explicar cómo fue incubando una historia, de dónde vienen sus motivaciones o el sufrido (aunque por lo mismo disfrutable) proceso de gestar una novela. Con “Mi Violetta”, Xavier no sólo enriquece la lectura de su novela, sino que además, hace que su protagonista adquiera aun más fuerza, y se aferre aun más en nuestra memoria. Así, por más que Violetta nos siga pareciendo terrible y peligrosa, no dejamos de guardarle un gran cariño.
Estos 10 años son un pretexto perfecto para volver a acercarnos a esa mujer que se escabulló por años de Xavier, y que finalmente tomó forma en una novela que a nadie deja indiferente. Nos la regaló para que cada quién la adapte e intérprete a su antojo. Ha dejado de ser suya, ahora es nuestra Violetta.
Diablo Guardián, edición conmemorativa
Xavier Velasco
Editorial Alfaguara
Por @gabrielrevelo