Hoy se cumplen 70 años desde la rendición de Japón ante Estados Unidos
El día de hoy, hace 70 años, se vivió uno de los momentos más significativos y determinantes de la historia. El entonces emperador de Japón, Hirohito, anunció a través de la radio la rendición del imperio japonés ante Estados Unidos. Fue la primera vez que Hirohito hablara en radio.
Esta fecha es conocida en Estados Unidos como el Día V-J “Victoria sobre Japón” y marca el final de la Segunda Guerra Mundial. La conocida foto “del beso” sería tomada durante los festejos en Estados Unidos por el fin del Segunda Guerra Mundial, después de que Japón se rindiera.
Por si se durmieron en sus clases de historia en la prepa, aquí una breve (brevísima) recapitulación de la trascendental resolución de la Segunda Guerra Mundial y cómo Japón acabó cediendo ante la presión de Estados Unidos.
La Segunda Guerra fue uno de los mayores conflictos militares que han sucedido, involucró a casi todas de las naciones del mundo. Comienza simbólicamente el 1 de septiembre de 1939 cuando Alemania, liderada por Hitler, decide invadir Polonia como parte de su plan expansionista-nazi. Aquí es cuando la cosa se pone buena ya que se generan dos grandes frentes: Por un lado Los Aliados, conformados inicialmente por Francia, Polonia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, al que más tarde se unirá la URSS, China y (como siempre) Estados Unidos. Del otro lado, estaban sus archienemigos fascistas/nazis que eran las Potencias del Eje, conformadas por Alemania, Italia y Japón. Si bien la ideología japonesa no tenía nada que ver con el fascismo, tenían una arraigada tradición militar y, como siempre en la política, intereses personales.
Estados Unidos y Japón comenzaron a generar fricciones que desencadenaron el ataque japonés a la base militar de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Es ahí cuando Estados Unidos justifica su entrada a la Guerra. Una vez dentro, comenzó a atacar a Japón y estos dos países mantuvieron una batalla fulminante durante años, en donde los ataques de ambas naciones dejaron millones de muertos. Las matanzas se daban a través de barcos, así como con bombazos aéreos. Aquí es cuando aparecen los famosos Kamikazes, que eran los ataques suicidas efectuados por pilotos japoneses.
Para 1945 los japoneses se encontraban en aprietos; habían perdido gran parte del dominio que tenían y vivían una profunda crisis económica. La campaña submarina de los Aliados y la colocación de minas en las costas de Japón habían destruido a su flota. Esto también afectaba el suministro de materias primas, ya que Japón tiene pocos recursos naturales y necesitaba importación, esto causó escasez y hambruna.
Por más que Japón tenía claro que era imposible que ganaran la guerra en esas condiciones, querían por lo menos hacer que los Aliados la tuvieran difícil y terminaran por desistir para no perder más hombres. Hay que considerar que para los japoneses la rendición era inconcebible. En 2000 años de historia, Japón nunca había perdido en la guerra.
Además del enorme conflicto externo al que se enfrentaban, Japón comenzó a tener problemas internos. El primer ministro, Kantaro Suzuki representaba al bando que quería continuar con la Guerra hasta que pudieran llegar a un buen acuerdo con Estados Unidos. Paralelamente había otro bando que prefería acabar con la Guerra lo antes posible ateniéndose a las condiciones que plantearon los Aliados en la declaración de Potsdam.
En lo que Japón decidía que hacer, Estados Unidos decidió mandarles bombas atómicas para acelerar su decisión y, de paso, mandarle un mensaje a Rusia. Las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki dejaron más de 140 mil muertos en segundos, en su mayoría civiles. Fue una decisión que nadie, nunca antes había tomado; transformar una ciudad en cenizas con sólo dar una orden. Eso fue lo que hizo Harry S. Truman, presidente de Estados Unidos en aquel momento.
“La usamos para acortar la agonía de la guerra, para salvar las vidas de miles y miles de jóvenes estadounidenses”, esto “justificó” Truman después de ordenar el lanzamiento de la segunda bomba sobre la ciudad de Nagasaki.
¿Cómo es posible que la guerra genere paz?
Con esto se dio por terminada la Segunda Guerra Mundial y comenzó un debate que continúa hasta el día de hoy. Hay posturas que justifican la utilización de la bomba, argumentando que era la única forma de dar por terminada una guerra que estaba cobrando muchísimas vidas. A la vez, mucha gente condena el uso de armas nucleares para el aniquilamiento de personas. Lo cierto es que un día como hoy, hace 70 años se crearon las condiciones para que hoy en día sigamos reflexionando sobre ciertas cuestiones.
¿Hasta cuándo vamos a dejar que nuestros gobernantes sacrifiquen gente con fines políticos o económicos?
¿Algún fin puede justificar un medio como una matanza? ¿Alguna muerte vale más que otra?.
