Pese a que la ONU aún no ha dado a conocer los resultados de su investigación en Siria, Estados Unidos parece no dar paso atrás en su decisión de intervenir en el conflicto. Obama asegura haber conseguido el apoyo de 9 países del GB-20 durante la reunión del grupo en Rusia.
Ya en días pasado, Estados Unidos había manifestado su posición a cerca de la investigación de las Naciones Unidas: indicarán si hubo o no uso de armas químicas en Damasco, pero no informarían si el responsable del ataque es Bashar al-Assat. Por este motivo, el presidente Barack Obama decidió abrir la posibilidad de una intervención al margen de la decisión del organismo internacional. Vladimir Putin se posiciona en contra de acciones militares. En conferencia de prensa, al cierre de las actividades del G-20, Obama dijo:
“Dada la parálisis del Consejo de Seguridad Nacional en este asunto, si somos serios acerca de mantener esa prohibición de armas químicas -yo preferiría trabajar con Naciones Unidas-, pero cuando hay una violación tan importante, las leyes internacionales sufren”.
En la reunión del G-20, el tema de Siria, que no estaba en la orden del día, se volvió prioritario. Según el presidente estadounidense, la grupo opina de manera unánime que en Siria fueron usadas efectivamente armas químicas. Putin, que en días pasados contemplaba la posibilidad de un montaje mediático, ha cambiado su posición, sin embargo, afirma que queda por averiguar si estas armas fueron usadas con el gobierno o por la oposición rebelde.
Estados Unidos utilizó la reunión para obtener aliados y reforzar su iniciativa militar. Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí, España, Turquía y Reino Unido respondieron al llamado de apoyo a la intervención de Obama, pero no explicitaron si prestarán ellos mismos recursos, armas o soldados.
Obama hizo hincapié en que él fue elegido “para acabar guerras y no iniciarlas”. Sin embargo, el mandatario opina que las acciones que se tomen serán en apoyo de una sociedad vulnerable y pos de terminar con una situación de emergencia.
Con todo Dimitri Peskov, portavoz de Putin, y Ben Rhodes, asesor de Obama, tranquilizaron a la comunidad internacional y comunicaron que ambos paises siguen cooperando en materia de seguiradad nuclear, economía global, tránsito hacia Afganistán y otros puntos.
Este viernes y sábado, los ministros de relaciones exteriores de la Unión Europea se reunirán en Vina, Lituania, con el fin de obtener una posición unificada de la región frente al conflicto Sirio y la eventual intervención estadounidense. Sin embargo, dado el indicador de la división en el G-20, parece que será difícil que lo logren.
Vía: La Jornada, El País