Después de la sospecha de que el presidente Sirio Bashar al-Assad echara mano de armas químicas en contra de la población, los Estados Unidos parecen estar cerca de intervenir militarmente. Lo que realmente está ocurriendo en aquel país es muy complejo y tiene muchas aristas. Por eso, puede ser buena idea hacer un alto en el camino y comenzar con 9 cosas básicas para entender lo que podría convertirse en un conflicto muy largo y violento.
1. Siria. Se trata de un país del Medio Oriente, justo en el extremo este del Mar Mediterráneo. Cuenta con una diversidad cultural y étnica muy importante, aunque la mayoría son musulmanes. Pese a que la región tiene una historia milenaria, es un país bastante joven. Apenas en los años veinte del siglo pasado logró sacudirse el rango de colonia europea. Actualmente Siria vive una violenta guerra civil que ha matado a más de 100 mil personas y ha exiliado a 2 millones, la mitad de ellos niños.
2. La guerra en Siria. Todo comenzó en abril del 2011, cuando diversos grupos inspirados por lo que ocurría en Egipto y Túnez salieron a las calles a protestar en contra de la dictadura. La respuesta del gobierno fue extremadamente violenta. Pronto comenzaron a desaparecer activistas, tanto ellos como sus familias fueron torturados y asesinados, y sus cuerpos acababan tirados en las orillas de los caminos. El colmo de la represión llegó cuando las Fuerzas Armadas Sirias comenzaron a disparar sobre las multitudes que protestaban.
Las protestas se tornaron peligrosas y violentas. Ante tal nivel de represión, la población civil decidió actuar. Se crearon diversos grupos de rebeldes armados para contrarrestar las acciones del gobierno. Algunos extranjeros se unieron a ellos como voluntarios, ya sea porque les importaba la democracia en Siria, o porque se trataba de jihadists, los cuales odiaban al gobierno en turno. La dictadura respondió recrudeciendo la violencia, al parecer llegaron incluso a usar bombas químicas contra la población.
3. Las protestas en Siria. Las protestas en ese país fueron poderosamente influidas por los sucesos de otros países de la zona como Egipto y Túnez. Sin embargo, el descontento social llevaba cocinándose muchos años. La respuesta de la dictadura puede parecer desmesurada, pero tiene algunos antecedentes que pueden explicarla: en los años ochenta Hafez al-Assad, padre del actual dictador, respondió violentamente a intentos de rebeldía armada entre los sirios. Para aplastar a la oposición, el también dictador destruyó barrios enteros, miles de ciudadanos fueron asesinados.
Como decíamos, el descontento de la población en realidad lleva acumulándose mucho tiempo. En primer lugar, Siria es un territorio que fue colonizado por las potencias europeas en su momento. Las fronteras les fueron impuestas por estas mismas potencias. Cuando lograron independizarse, su terriorio aglutinaba a una variedad sorprendente de culturas y tradiciones. Muchos de los grupos que habitaban la zona, no se sentían relacionados directamente con los otros. Esto provocó que algunos grupos poco a poco fueran relegando y oprimiendo a las minorías.
La mayoría de gente en Siria son árabes Sunni, mientras que el grupo en el poder es Alawite (otro tipo de islam). En ese sentido el conflicto podría representar la lucha de distintas comunidades por generar un nuevo balance en el poder. Muchas comunidades rebeldes son también comunidades religiosas y culturales. El descontentó se infló porque los grupos en el poder desestimaron y menospreciaron a las otras culturas.
Por otro lado, los regímenes dictatoriales de Siria fueron resultado de una enorme crisis causada por la Guerra Fría. Esta país, como muchos de la zona, terminaron bajo el dominio del bloque comunista. De ahí que se estableciera un gobierno fuerte en los setentas. Sin embargo, con la caída del comunismo, las crisis políticas se sucedieron rápidamente. El actual presidente, que comenzó su mandato en el 2000, tiene en las manos las consecuencias sin resolver de la Guerra Fría. El gobierno ha perdido fuerza y credibilidad, además de que ya no es capaz de mantener la estabilidad económica y social que sí alcanzaron sus antecesores.
4. La relación entre Rusia, Irán y Siria. El más importante aliado del gobierno sirio es Rusia. Esta país ha intentado bloquear por años los intentos de Naciones Unidas por investigar lo que ocurre en Siria. El gobierno ruso incluso ha mandado grandes cantidades de armas para apoyar el régimen de Assad.
Las razones de Rusia para mantener una alianza con Siria son las siguientes: 1) La útlima base naval que Rusia mantiene fuera de su territorio es la de Siria, la cual data de los tiempos de la URSS. 2) Rusia aún teme por su seguridad nacional, porque por su lado también tienen muchos conflictos sin resolver a raíz de la Guerra Fría, por eso es tan importante para ellos mantener un aliado militar como Siria. 3) La intervención de los países occidentales no es más que un reflejo de la misma Guerra Fría, de alguna manera, Rusia se siente amenazada por el intervencionismo de EU, igual que lo sentía hace más de cuarenta años. 4) Siria también es un importante socio comercial de los rusos, necesitan los recursos provenientes de este aliado.
Por su parte, la intervención de Estados Unidos no haría más que reafirmar sus posiciones en la zona. Irán apoya al gobierno Sirio porque su caída representaría un duro golpe para este país. Con bases militares norteamericanas en Siria, Irán terminaría prácticamente rodeado.
5. Algo de cultura Siria. Todo esto se ve bastante atroz, por eso es importante que también nos fijemos en otra cara de Siria. Como dijimos, este país esta enclavado en una zona con una enorme herencia histórica y cultural. Pero para relajarnos un poco después de todo lo que llevamos dicho, nos contentaremos con escuchar un par de canciones representativas de la música siria contemporánea. Primero te presentamos al legendario Omar Souleymean, una especia de Rigo Tovar sirio:
También te dejamos un himno de la resistencia civil en Siria, titulada “Come on Bashar leave“:
Esperamos que lo haya disfrutado, porque las cosas se ponen peor de aquí en adelante.
6. La posible intervención de Estados Unidos. ¿Qué podría hacer EU en este contexto? La respuesta corta es: nada bueno. Digamos que los norteamericanos mandan armas y apoyo a los grupos rebeldes, esto aceleraría la matanza porque, como ya habíamos establecido, la división cultural en Siria es profunda y compleja. Si privilegian a algún grupo, sólo intensificarán el antagonismo de todos los demás. Básicamente eso es lo que hicieron en los noventas con Afganistán, lo cual provocó que los talibanes llegaran al poder.
Intervenir con un golpe militar fuerte en contra del gobierno Sirio tampoco ayudaría demasiado. Por un lado, apresar al presidente Assad es una misión sumamente complicada, pues el espacio aéreo de la zona no es de fácil acceso para los norteamericanos. Al final del día, costaría muchas vidas de soldados estadounidenses y civiles sirios llevar a cabo una empresa como ésta, además de que recrudecería el odio que existe en la zona contra los Estados Unidos. Como ya ha sido demostrado en el pasado, ese odio sólo aceleraría una espiral de violencia que puede afectar a los propios civiles tanto sirios como norteamericanos.
7. La postura de Obama. La apenas velada intención de la administración de Obama de mandar misiles a Siria, responde a la idea de castigar al gobierno por usar armas químicas. Pero, como ya sabemos, esto no ayudaría en nada realmente. Lo que ocurre es simple, la postura de Obama no pretende resolver el conflicto o derrocar a Assad, sino simplemente lanzar un ataque que lo persuada de no volver a usar armas químicas en el futuro.
8. Las armas químicas. El régimen sirio ha asesinado a más de 100 personas con armas de fuego, y a mil con armas químicas. Entonces, ¿por qué el mundo se escandaliza por el uso de estas últimas?
En la Convención de Ginebra de 1925, se prohibió usar armas químicas, especialmente en el contexto de la guerra. La idea básica es hacer la guerra “un poco menos terrible”. Las armas de fuego que se usan normalmente en los conflictos bélicos se enfocan en objetivos específicos y en el corto plazo. Las armas químicas, por su parte, no pueden ser controladas en un nivel tan alto. Un ataque de esta naturaleza no distingue entre militares y civiles, entre adultos y niños, entre humanos y ambiente. De esta manera, los químicos pueden causar muchos daños colaterales en una amplia zona y en el largo plazo (simplemente recordemos al Agente Naranja en la Guerra de Vietnam). Nadie está diciendo que la guerra con armas de fuego es mejor; pero definitivamente la guerra con armas químicas es mucho peor.
De tal manera que la postura de Obama responde a la idea de persuadir al gobierno de Assad y a los gobiernos del mundo en usar este tipo de armamento. Finalmente, si el uso de químicos en las guerras se intensifica, las consecuencias pueden ser terribles para la humanidad. Tomar postura no es tan simple, el posible ataque con misiles a Siria provocaría más muertes y el recrudecimiento del conflicto; pero si el uso de armas químicas se extiende, sería potencialmente peligroso para el mundo entero. De ser posible, ninguna de las dos cosas debería ocurrir.
9. Resumen.
- No se ve una salida fácil al conflicto en Siria. Lo más probable es que la guerra continúe y produzca una crisis humanitaria en la zona que arrebatará muchas vidas y dejará a muchos refugiados y exiliados. Las consecuencias pueden ser terribles para millones de personas en el futuro, pero no parece que haya una forma fácil y rápida de resolverlo.
- Siria es un país con una riqueza cultura inestimable, pero con una sociedad completamente disfuncional. Dadas las condiciones, parecer ser que a los sirios les costará mucho esfuerzo restablecer su tejido social y crear un Estado y una sociedad civil que puedan funcionar y vivir en paz. Al final de cuentas, esta crisis es el resultado de muchos años de antagonismo.
- Estados Unidos continuará presionando y Rusia seguriá bloqueando la intervención de los países occidentales y de la misma ONU. Lo más probable es que cualquier cosa que ambos hagan tendrá más consecuencias negativas que positivas. Aunque debemos decir que si no se manejan con cuidado, las consecuencias de sus actos pueden ser desastrozas.
- Tal vez lo único positivo que pueda hacer la comunidad internacional es esperar a que el conflicto disminuya por sí solo de cualquier forma. Después se puede intentar enviar recursos y personas dispuestas a reestablecer el diálogo entre las diferentes facciones y empezar a crear un clima de armonía. En cualquier caso, se trata de una solución a largo plazo. Líbano, por ejemplo, sufrió una terrible guerra civil entre 1975 y 1990, después de eso comenzaron un muy lento proceso de regeneración.