Se levantaron barreras en el Zócalo de la Ciudad de México. Palacio Nacional, hogar del presidente, despertó rodeado de bardas. Granaderos capitalinos se preparan para aparecer —de nuevo— a pesar de ser un cuerpo presuntamente extinto. En vísperas del 8M, las mujeres que marchan en las calles se enfrentan a un Estado que no ha dudado en usar la represión y la estigmatización para frenarlas.

Lejos de la capital, es lo mismo. Hace unos meses, en Quintana Roo, los policías dispararon. En Sinaloa hubo detenciones arbitrarias. En Jalisco y el Estado de México vimos casos similares.

Foto: Daniel Ojeda vía Twitter

Las manifestaciones de mujeres en las marchas de México además de enfrentarse a la violencia de género se han topado con autoridades —locales, estatales o federales— que responden con violencia y vulneración de sus derechos humanos.

Si han acompañado estas marchas, han visto las acciones con sus propios ojos. Si ese no es el caso, estas historias se han hecho presentes en un nuevo reporte publicado por Amnistía Internacional llamado La Era de las Mujeres: Estigma y violencia contra mujeres que protestan. 

“Hay pasajes terribles de violencia policial y de uso desproporcionado de la fuerza”, nos contaba en #SopitasXAireLibre la directora ejecutiva de Amnistía Internacional en nuestro país, Tania Reneaum Panszi.

Foto: Andrea Murcia // Cuartoscuro

Para este reporte lograron obtener testimonios de 5 marchas de mujeres que sucedieron durante 2020.

Encontraron un patrón policial de violencia reiterativo, sin importar qué partidos políticos gobernaran las entidades. “Se traduce en amenazas de desaparición forzada, en violaciones, en tocamientos, golpes y detenciones arbitrarias”, señala la especialista. “Es una política de Estado”. 

El informe busca —además de contar las preocupantes vivencias de las mujeres que alzan la voz en México— hacerlo una experiencia colectiva que demuestra que estas violencias son prácticas cotidianas.

Foto: Cuartoscuro.

Si se echan un clavado a este informe, verán que hay casos muy puntuales, como el encapsulamiento de manifestantes en la Ciudad de México, los golpes y los levantamientos en la toma de la CNDH, la detención arbitraria de mujeres en Sinaloa o los trágicos disparos en Quintana Roo.

Además, claro, existe una problemática más que no se aparece a simple vista: la estigmatización.

“La deslegitimización de las protestas sociales de las mujeres”, cuenta Reneaum Panszi.

En las manifestaciones y marchas de mujeres, consistentemente escuchamos a las autoridades —y a una buena parte del público— impulsar la narrativa que “son violentas” o que “hay infiltradas” o el clásico “esas no son las formas”. Sin embargo, siempre es un buen momento para cuestionar qué está sucediendo.

Foto ilustrativa: Cuartoscuro.

“Nosotras queremos hacer una invitación a preguntarnos por qué están ocurriendo esas formas, por qué las mujeres salen enojadas”, cuestiona la directora de Amnistía Internacional en México. “Ni el silencio, ni el buen comportamiento han resuelto nada”.

Si quieren leer el estudio completo, con los testimonios de la represión de las marchas de mujeres en México, pueden descargar el estudio ACÁ.

Si quieren escuchar la entrevista que tuvimos en #SopitasXAireLibre con la especialista en el tema, se los compartimos acá abajo. Vale la pena echarle una oreja:

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